Afore. (ARCHIVO)
En México ha incrementado la esperanza de vida, con ello el número de personas que alcanzan la edad de retiro es mayor, por lo que es necesario comenzar a planear a largo plazo el ahorro futuro para contar con los fondos necesarios sin tener que volver al mercado laboral.
El fondo para el retiro o pensión hasta 1997 era administrado por el IMSS o el ISSSTE, según el tipo de empleador que se tuviera. Pero ese año se propuso cambiar esto para que los trabajadores realizaran aportaciones a financieras privadas llamadas Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) que deben incrementar el rendimiento de los ahorros de los trabajadores.
Hoy en día, millones de personas en México recurren a las Afore para administrar su pensión.
El financiamiento de las Afore se divide en tres modalidades, el principal es la aportación a la subcuenta que es obligatorio y lo realizan
a) El patrón debe aportar 5.33 por ciento del salario base en 2024, el cual seguirá aumentado hasta que en 2030 alcance 11.87 %.
b) El gobierno federal es el responsable de dar el 0.225% del salario base.
c) El trabajador continuará aportando el 1.125 por ciento de su salario base a su cuenta.
Le siguen las aportaciones voluntarias que consisten en el ahorro voluntario que cada trabajador puede hacer a lo largo de su vida laboral a fin de aportar más de lo que es obligatorio con el fin de obtener mayores rendimientos, beneficios fiscales e incluso la posibilidad de retirar recursos (lo cual puede hacerse bajo ciertas condiciones).
Otro elemento son las aportaciones adicionales o complementarias que tiene el mismo fin, aportar mayores rendimientos para aumentar el fondo.
La Profeco describe que “el dinero generado por estas aportaciones es invertido por las Afore en Sociedades de Inversión Especializadas para el Retiro (Siefores) con el objetivo de generar rendimientos”.
A su vez, la Consar ofrece una calculadora para trabajadores que cotizan al IMSS en el régimen de Ley 97 con la que pueden estimar cuál podría ser la pensión a recibir al finalizar la vida laboral, además de mostrar las posibilidades de un ahorro voluntario.