Cada ciclo agrícola está asegurado con los tres riegos de auxilio, pues de no completarse, se generarían graves estragos y pérdidas.
Los bajos niveles de las presas ponen en alerta al sector campesino, el cual confía en que se tenga el agua suficiente para completar los tres riegos de auxilio del presente ciclo durante el mes que aún falta y, además, se presenten lluvias en la parte alta, que garanticen la actividad agrícola el próximo año.
"Se supone que la Conagua programa y autoriza un ciclo agrícola según el nivel del agua disponible en las presas, confiamos en que así sea", dijo el dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Coahuila, Natividad Navarro.
Consideró que cada ciclo agrícola está asegurado con los tres riegos de auxilio, pues de no completarse, se generarían graves estragos y pérdidas a la actividad.
Adicionalmente al agua que se destina al ciclo de cultivos, las presas deben mantener un volumen de reserva, que es del 15 por ciento, que representa el mantenimiento natural a la presa, pues si no se cuenta con este remanente podrían provocarse daños a la infraestructura, como resquebrajamientos y otros perjuicios.
Natividad Navarro indicó que los ciclos de riego se hacen con base en cálculos matemáticos, con algoritmos mediante los cuales se calculan los niveles de extracción, más la reserva señalada.
A esto deben sumarse los 200 millones de metros cúbicos que está requiriendo el programa de Agua Saludable para La Laguna (ASL), mediante el cual se está distribuyendo agua potabilizada desde la presa derivadora Francisco Zarco.
Al respecto, señaló que la Comisión Nacional del Agua debería rendir más información, puesto que "lo único que sabemos es que es una inversión millonaria que quedaron de entregarla en 2023 y no se ha hecho".
"Es un tema que debatimos al interior de las comunidades rurales y no lo hemos entendido", dijo tras señalar que el objetivo del programa era que los pozos de extracción de agua potable dejaran de funcionar porque el abasto se iba a suplir con el agua de las presas, cuando la realidad del problema no es esto, sino las norias de uso agrícola del sector privado.
Al respecto, abundó que funcionan más de 2 mil 500 de esas norias en La Laguna de Coahuila y Durango, las cuales carecen de medidores volumétricos, por lo que pueden extraer agua las 24 horas del día, los 365 días del año y esto es lo que genera el abatimiento de los mantos acuíferos.
Esperan que llueva
Al día de ayer, la presa Lázaro Cárdenas se encontraba al 28 por ciento de su capacidad, con 790 millones de metros cúbicos de almacenamiento, y una capacidad al Nivel de Aguas Máximo Ordinario (NAMO) de 2 mil 770.5 millones de metros cúbicos, sin reportar entradas de agua.
Apenas el viernes pasado contaba con un almacenamiento de 821.6 millones de metros cúbicos, dado que, con el primer riego de auxilio por terminar, se le extrajeron más de 31 millones de metros cúbicos.
La presa derivadora Francisco Zarco, por su parte, contaba con un almacenamiento de 110 millones de metros cúbicos, el 35 por ciento de su capacidad NAMO que es de 309.2 millones de metros cúbicos.
El representante manifestó que el sector campesino confía en que llueva en la parte alta durante la temporada de precipitaciones, que inicia en septiembre de cada año, con lo cual podría tenerse un ciclo agrícola normal en 2025.
De lo contrario, dijo, se corre el riesgo de que haya un miniciclo o definitivamente no se pueda sembrar, como ocurrió alguna ocasión en la que únicamente se autorizaron 16 áreas, lo cual sería catastrófico. Este año, se autorizaron 850 millones de metros cúbicos para el ciclo agrícola, lo que representa menos de una hectárea por productor.