Conoce la historia de Tepeyóllotl, el dios asociado a los temblores
La UNAM explicó cómo esta deidad, que tiene características similares a las de un jaguar, simboliza la compleja relación entre los sismos y sus aterradoras repercusiones.
Tepeyóllotl, el dios mexica de los terremotos cuyo nombre se traduce como “corazón del monte”, ha sido destacado en estudios recientes por su singular conexión con el rugido premonitorio que precede a los sismos.
Esta divinidad, representada con la figura de un jaguar en documentos del códice Telleriano-Remensis, simboliza la poderosa relación entre el cosmos y el núcleo telúrico. Información difundida por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revela que Tepeyóllotl es una manifestación de Tezcatlipoca, el ente supremo asociado con la noche y el ámbito material, quien asume la forma de este felino en su representación.
Tepeyóllotl es considerado el responsable de conectar el corazón de la Tierra con el del cielo. Desde esta perspectiva mística, los astros se convierten en los puntos que delinean su piel, mientras que el magma emergente de las entrañas montañosas, de un color naranja vibrante, simula la sangre terrestre, evocando el color característico del jaguar.
Desde tiempos prehispánicos, los habitantes del Valle de México han mantenido una vigilancia constante ante los sismos, fenómenos naturales que no solo causan devastación material, sino que también son asociados con augurios de enfermedades y muerte. Una de las formas más antiguas de predecir estos eventos era a través de los sonidos que emitían las montañas, que se comparaban con el rugido de un jaguar. Esta interpretación se atribuye a la deidad Tepeyóllotl, reforzando así su conexión con estos fenómenos naturales.
La representación de Tepeyóllotl como un jaguar también conlleva un augurio ominoso. El códice Vaticano-Latino describe al jaguar como un animal temido, cuyo rugido se interpretaba como un presagio de malas noticias. En la antigüedad, cuando se escuchaba un estruendo en las montañas, los mexicas se preparaban para un posible temblor bajo sus pies o para enfrentar los eventos adversos que este sonido predecía, de acuerdo con su sistema de creencias.