Desarman a cazadores cinegéticos, pero no a delincuentes: Coparmex
El presidente de Coparmex, Alfredo López, manifestó su oposición a la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador para reformar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, señalando que tendrá un impacto negativo en la caza deportiva.
Según López, la medida afectará a quienes practican esta actividad de manera regulada y legal, bajo los lineamientos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Clubes de caza, tiro y pesca han expresado su rechazo de esta reforma, destacando que siempre han cumplido con la normatividad vigente para llevar a cabo sus actividades de manera segura.
Argumentan que las nuevas restricciones perjudicarán principalmente a los civiles dedicados a la caza legal, mientras que el verdadero problema, el tráfico de armas ilegales, sigue sin ser abordado de manera efectiva.
"Hemos recibido numerosas quejas de los ranchos cinegéticos. Es preocupante que se estén endureciendo los controles sobre quienes están en regla, mientras el tráfico de armas ilegales continúa sin mayor supervisión. Este es el verdadero problema que se debería combatir", afirmó López.
El líder empresarial advirtió que esta iniciativa también podría dañar el turismo relacionado con la caza deportiva, un sector que genera ingresos importantes para diversas regiones del país: “Nos han expresado su frustración por las crecientes dificultades para registrar y portar armas destinadas a esta actividad, no se dan cuenta que estas restricciones están desalentando el turismo cinegético, en lugar de promoverlo", dijo López.
De igual manera, aclaró que las armas utilizadas en la caza deportiva no son de alto calibre y que su uso está estrictamente regulado por SEDENA.
"Este es un deporte que se practica bajo un estricto control, y no hay registros de delitos cometidos con estas armas. El verdadero problema radica en las armas ilegales, y ese debería ser el enfoque de las autoridades", añadió.
Finalmente, el presidente de Coparmex exhortó al gobierno a reorientar sus esfuerzos hacia la lucha contra el tráfico de armas ilegales en lugar de imponer más restricciones a una actividad legal que contribuye tanto al turismo como a la economía de los ranchos cinegéticos del país.
