El histórico capo Ismael “El Mayo” Zambada. (ESPECIAL)
El pasado jueves, en dos municipios de Guanajuato se registraron las explosiones de coches bomba. Con tres lesionados, al menos uno de gravedad, han causado el pánico entre la población.
El secretario Omar García Harfuch refirió en la conferencia mañanera que se trata de un disputa por el territorio.
“Esto es por droga, terrorismo tiene tintes ideológicos, religiosos; aquí es una disputa entre grupos delincuenciales para pelearse entre ellos y amedrentar a la autoridad, ya sea porque alguna autoridad local esté involucrada con algún otro grupo o porque la propia autoridad los esté combatiendo”.
Hace 30 años, en 1994 sucedió un atentado con coche bomba que estremeció la ciudad de Guadalajara. El ataque estuvo vinculado también a una presunta disputa entre cárteles.
Fue en junio del 94 cuando se celebraba la quinceañera de Karime Fernández en el salón Camichín del hotel Camino Real. Entre sus más de 300 invitados, había lugar para una persona más, el histórico capo Ismael “El Mayo” Zambada, quien este año fue presuntamente secuestrado por un hijo de “El Chapo” y llevado a Estados Unidos, donde le espera un juicio.
En ese momento, “El Mayo” era el líder del Cártel de Sinaloa y se encontraba en conflicto con el cártel de los Arellano Félix.
Es por ello que la noche del día 11, cuando se celebraban los quince, un vehículo Grand Marquís estacionado frente a la entrada principal del hotel estalló cobrando la vida de siete personas, entre ellos dos de los ocupantes y dejando 10 personas heridas.
Fue tal la magnitud que el medio La Silla Rota reportó que los edificios se estremecieron en 20 cuadras a la redonda.
Las autoridades en su momento reportaron que fueron usados explosivos plásticos y un mando a distancia. Luego se reveló que el explosivo estaba planeado como un regalo para ingresar al salón.
La técnica a la que se llegó a tachar de “narcoterrorismo” se pensó fue importada de España o Colombia, pero luego se desmintió la participación del ETA.
Desde hace décadas la zona metropolitana de Guadalajara es el centro de operaciones de bandas del narcotráfico.