Voto nulo. (TWITTER)
Este pasado domingo 2 de junio a lo largo de la jornada electoral se hicieron virales imágenes de ciudadanos que anularon su voto al tachar totalmente la boleta o escribir mensajes en apoyo a Palestina o en protesta por los desaparecidos en México.
Un caso fue el del usuario Irving MA quien publicó en la red social X el siguiente tuit: “de 6 votos que me tocaban, 3 fueron válidos y 3 por causas más grandes...Anular también es político… #votaciones2024 #desaparecidos”
El post acompañado de la fotografía a tres boletas marcadas con los eslogan “si hay desaparecidos no hay país”; “el futuro se siembra no se vota autonomía de pueblos indígenas”; “del río al mar Palestina libre” causó una amplia reacción al recibir más de 4 mil comentarios, la mayoría de sectores conservadores que criticaron su decisión.
Voto por los desaparecidos
En el caso de México, la causa de los desaparecidos es la más urgente y la que fue más expresada, a través de las iniciativas ciudadanas “#votodigno” y “#VotoXUnDesaparecidx”, que tuvo cientos de expresiones en redes sociales.
La crisis es de tal magnitud que el pasado mayo de 2022, el país alcanzó la cifra de más de 100 mil desaparecidos, aunque luego de cambios a las estadísticas y la salida de la Karla Quintana como comisionada nacional de búsqueda hasta el pasado 15 de marzo, el gobierno federal reportaba 99 mil 729 personas desaparecidas.
Para el Comité contra la Desaparición Forzada y el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias de las Naciones Unidas se trata de “una tragedia desgarradora”, además de señalar que muchos casos no se denuncian, por lo que la magnitud pude ser mayor.
El que las desapariciones continúen reflejan “un patrón crónico de impunidad”.
Lo que dice la ley y la teoría
La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales establece que el voto nulo es aquel expresado en una boleta sin marcar o cuando se marquen dos o más partidos sin existir coalición.
El voto nulo o en blanco, entonces se plantea como un acto cívico de protesta donde la ciudadanía opta por la “abstención activa”, que según el cuaderno para el debate publicado por el IFE en 2012 y titulado El voto nulo (y el voto en blanco), se trata de la participación electoral sin dar el voto a ninguna de las candidaturas a elegir.
El análisis planteó en su momento que era una práctica creciente en México y se manifestó en las elecciones federales de 2009 como un fenómeno de las sociedades de nuestros tiempos en “un rechazo hacia los políticos y hacia los partidos”.
Realizado por el académico José Luis Vázquez Alfaro, el texto aclara que el voto expresado en una boleta “normalmente se considera válido salvo que el elector, por error, no exprese su voluntad de manera indubitable, o bien que intencionalmente, mediante trazos, signos, frases o por la mutilación de la boleta, lo anule”.
Según el cuaderno para el debate, en 2009 el voto nulo “se había convertido en la quinta fuerza política”, al obtener un 5.4 por ciento de los registros, cuando en un análisis histórico de los procesos entre 1991 y 2009, el más alto había sido 4.83 % en la de 1991 y la más baja 2.51 % en la de 2006.
En esta ocasión (2024), el voto nulo fue de 2.39 por ciento, es decir más de un millón 342 mil personas anularon su voto en la elección presidencial, superando al PRD, que de ser una de las grandes fuerzas políticas en las décadas recientes, ahora está proyectada a perder el registro luego de obtener el 1.92 por ciento de los votos, menos del mínimo requerido que es 3 %.
