Obra. La primera actriz Susana Alexander y Fernando Canek ofrecieron La velocidad del otoño, montaje creado por el estadounidense, Eric Coble.
Hace décadas comenzó a venir a la Comarca Lagunera gracias a un sin fin de obras o trabajos unipersonales. Conoce bien Torreón, Gómez Palacio, Lerdo y otros sitios de la región. Los ha visto crecer y es por eso que tenía que despedirse de estas tierras ahora que ha decidido alejarse de los escenarios, aunque continuará dando sus monólogos de vez en cuando.
Susana Alexander eligió la puesta en escena, La velocidad del otoño, para decirle adiós a las giras y por ende, a andar de aquí para allá tomando vuelos o autobuses. Está cansada, así lo hizo saber a El Siglo de Torreón en una pasada entrevista.
Ayer, la primera actriz y Fernando Canek ofrecieron dicho montaje creado por el estadounidense, Eric Coble y dirigido por la misma Susana, en el Teatro Nazas, sitio que registró una gran asistencia.
Y es que quienes conocen bien la carrera de Susana Alexander saben que ella es capaz de tocarles las fibras más sensibles cada que se mete en la piel de uno de los tantos personajes que ha encarnado.
"Es triste que ya no vayamos a ver a Doña Susana en una obra, pero es comprensible que quiera descansar. Su trabajo ha sido impecable", dijo Antonio Rodríguez, quien asistió a la puesta en escena junto a su madre.
Adriana Rivera desea estudiar para ser actriz. Le fascina el trabajo de Alexander y es la razón por la que la ha visto diversas veces.
"Yo me preparé para contadora, sin embargo, quiero hacer algo en la actuación, igual tomo unos cursos y neta que Susana ha sido una maestra para mí, aunque ella no lo sabe", relató la joven de 23 años nacida en el oriente de Torreón.
Poco a poco las butacas del Nazas recibían a sus ocupantes, en su mayoría de más de 50 años. Algunas parejas se tomaban selfies, mientras que otras veían la hora en sus relojes o sus teléfonos móviles. Ya querían ver a los actores en escena.
Pasaditas las 7:00 de la tarde, los actores irrumpieron en el escenario. De inmediato salió a relucir el respeto que los laguneros le tienen a Susana, pues los aplausos no pararon.
El público de inmediato conoció la historia de "Alejandra" (Susana), una mujer de 80 años que quiere ser llevada a una casa de retiro por sus hijos "Miguel" y "Leonor", quienes creen que ella ya no es capaz de valerse por sí misma.
La octogenaria no quiere ese futuro, así que se arma con bombas molotov y amenaza con hacerlas explotar en su hogar y en todo su edificio, si sus herederos la sacan de su amado espacio.
Pero después de una gran tormenta llega la calma, gracias a "Carlos" (Canek), el hijo mayor de "Alejandra" y es quien la tranquiliza.
En una escenografía que simulaba un departamento, ambos personajes platican, la tranquilidad les llega. Los sentimientos y las emociones afloran entre ellos, teniendo de cómplice al respetable.
Recuerdan visitas a museos, anécdotas y evidencian que ciertas cicatrices no han sanado, siguen abiertas.
"Mi mundo, el mundo de la gente vieja. Todos los días se desmorona algo. Un día te hablan y te dicen que ya se te murió una amiga. Otra parte de tu cuerpo se te marchita. Alguien en la televisión habla de cosas, de ideas, de palabras nuevas que pareciera que uno tiene la obligación de conocer", menciona "Alejandra".
Los asistentes se fueron adentrando más y más en la historia, hasta el punto de que algunos no pudieron evitar que se les salieran las lágrimas ante los certeros diálogos de los personajes.
La velocidad del otoño, es un montaje que gira en torno a la vez, a las relaciones entre padres e hijos y a ese instante en el que la muerte puede sorprender en cualquier momento. Su texto dramático transmite amor, comprensión, empatía y una lucha que conecta a dos generaciones: La de los papás al llegar a la senectud y sus hijos.
Al final de la función, Alexander y Canek, quienes actuaron como nunca, fueron ovacionados por los laguneros. "La maestra", como muchos llaman a Susana, se vio conmovida, feliz por la respuesta de la gente y a la vez triste porque sabía que con esta gira se despide de las producciones de temporada.