Delegado de la CANACAR lamenta incremento de robo a unidades
Cada cinco minutos, un vehículo de carga es robado en México, según reveló Juan Manuel Ramos, delegado de la Cámara Nacional de Autotransporte (CANACAR).
Ramos detalló que el robo de unidades ha crecido a niveles alarmantes, especialmente en estados como Estado de México, Guanajuato, Puebla y en tramos de la carretera 57 en Nuevo León y San Luis Potosí, convirtiéndose en una amenaza constante para el sector transportista.
Las pérdidas económicas son considerables, afirmó Ramos y explicó que las unidades robadas son desmanteladas y sus partes se venden en el mercado negro de autopartes, donde la demanda es alta.
La inseguridad ha llevado a un incremento de 150% en las tarifas de seguros para el sector en el último año, y las empresas de transporte se ven obligadas a invertir en tecnología avanzada para prevenir los robos.
Sin embargo, esta tecnología tiene un alto costo: “Cada unidad representa un gasto extra mensual de 25 mil pesos en sistemas de bloqueo y monitoreo, para tratar de evitar pérdidas que podrían alcanzar los 400 mil pesos por deducible en caso de robo,” detalló el delegado.
Las empresas de transporte han implementado medidas como bloqueos automáticos de las unidades y puertas cuando se detecta una desviación en la ruta; aun así, los delincuentes encuentran maneras de sortear estos sistemas, ya que muchos están organizados y conocen cómo desactivarlos.
Ramos destacó que la situación es tan grave que muchos operadores de 60 años prefieren no arriesgarse en carretera y optan por trabajos dentro de los patios de las empresas: “Tenemos un déficit de 60 mil choferes, y la inseguridad no nos ayuda. La gente ya no quiere hacer este trabajo por el riesgo que conlleva,” afirmó.
La violencia también ha cambiado. Ramos lamentó que ahora los ataques no solo buscan robar, sino que los asaltantes disparan a los operadores sin detenerse: “Ya no se trata solo de rateros, sino de asesinos; disparan contra quienes simplemente están haciendo su trabajo y abasteciendo necesidades básicas,” comentó.
Esto ha obligado a ajustar los esquemas de trabajo, formando caravanas para minimizar los riesgos en carretera, aunque cada vez resulta más difícil encontrar un lugar seguro para que los operadores descansen o coman durante su trayecto.
En cuanto a los productos más robados, Ramos indicó que los asaltantes se enfocan principalmente en electrodomésticos, acero y bienes de primera necesidad, productos que tienen alta demanda en el mercado negro y son relativamente fáciles de colocar.