Desarrolladores de vivienda critican el plan de Claudia Sheinbaum por ser inviable económicamente
Desarrolladores de vivienda han cuestionado el plan de viviendas anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Consideran que la propuesta no es económicamente viable.
Juan Gerardo Oyervides Rodríguez, empresario y constructor, expresó que la iniciativa perjudicará a la industria de la construcción en la región y el país. Según el empresario, diferentes delegaciones de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) formarán un frente común para buscar soluciones al problema que enfrentan.
Oyervides Rodríguez subrayó que el gobierno federal no es constructor y que los cálculos presentados para las viviendas económicas están por debajo de los precios reales.
Este plan de vivienda, señaló, representa un reto para los desarrolladores que enfrentan costos más altos y ven difícil cumplir con las expectativas gubernamentales. “La pregunta es ¿Quién va a construirlas?. El gobierno no es constructor y sus cálculos y estimaciones no están bien. A menos que las subsidien” dijo.
El plan de vivienda no tiene calculados los costos reales
"Una vivienda de 45 a 50 metros cuadrados con unos 100 metros de terreno, tiene un costo de 650 mil pesos, y el plan de gobierno las calcula en 450 mil. ¿Qué calidad materiales van a utilizar”, cuestionó.
El empresario advirtió que la falta de contratación de desarrolladoras de vivienda podría impactar negativamente la economía local.
Explicó que al no contratar a las empresas constructoras, se reducirán las fuentes de empleo, afectando a muchas familias que dependen de esta industria.
Además, Oyervides Rodríguez enfatizó que la disminución en la compra de productos de construcción provocará una baja en el flujo de capital hacia los comercios locales. Esta situación impactará a proveedores de materiales y otros negocios relacionados con la construcción.
El sector de la construcción espera que el gobierno federal reconsidere su propuesta. Los desarrolladores buscan llegar a un acuerdo que permita cumplir con los objetivos de vivienda sin perjudicar a la industria.