El secretario de Defensa estadounidense Lloyd Austin. (ARCHIVO)
Israel le advirtió el martes por teléfono al secretario de Defensa estadounidense Lloyd Austin que se iba a llevar a cabo una operación militar en Líbano, pero no dio detalles, informaron funcionarios estadounidenses el jueves.
El mismo día de la llamada, en un ataque ampliamente atribuido a Israel, explotaron miles de bípers pertenecientes a milicianos de Hezbollah.
Los funcionarios dijeron que Washington no recibió aviso previo de la segunda oleada de ataques el miércoles, en la que el objetivo fueron las radios walkie-talkie. Al menos 37 personas murieron, entre ellas dos niños, y unas tres mil resultaron heridas en los dos días de explosiones.
Los funcionarios subrayaron que Estados Unidos no desempeñó ningún papel en los atentados.
Por su parte, el líder de Hezbollah, Hasán Nasrala, dijo el jueves que la detonación de dispositivos electrónicos fue un "golpe severo" que cruzó "una línea roja".
Insistió en que el grupo saldrá fortalecido.
Hezbollah está investigando las detonaciones, por las cuales se ha culpado a Israel, dijo Nasrala.
"Sí, fuimos sometidos a un golpe enorme y severo", dijo Nasrala. "El enemigo cruzó todos los límites, todas las líneas rojas", añadió.
Como es usual, Nasrala habló por video desde una localidad secreta. Usualmente Hezbollah convoca a sus seguidores a venir a concentraciones para ver los discursos de Nasrala en enormes pantallas, pero esta vez no hubo concentración alguna.