Los expresidentes priistas Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo. (ARCHIVO)
Hace 30 años, México vivió una de las mayores crisis financieras de su historia, que es recordada como el llamado “Error de diciembre”.
Fue en diciembre, a días de haber transcurrido la transición presidencial entre los priistas Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, quien sucedió a Luis Donaldo Colosio luego de que el candidato presidencial fuera asesinado.
La crisis financiera causó una devastación enorme. Durante 1995 la economía de México se contrajo 6.2 por ciento, la población perdió un 20 % del poder de compra, los precios de los productos y los servicios como el agua, luz, impuestos y agua se dispararon provocando un mayor empobrecimiento de la población.
Unas dos millones de personas perdieron su trabajo luego de que miles de negocios quebraran y tuvieran que cerrar, mientras otras empresas se vieron obligadas a disminuir sus gastos recortando empleos.
Otros sectores de la economía tuvieron golpes severos, por un breve periodo el gobierno mexicano se resistió a devaluar el peso y prefirió aumentar los precios para obtener dinero, generando una intensa inflación. Aunque finalmente terminó por devaluar la moneda, los mexicanos tuvieron que pagar más por productos de origen estadounidense y la deuda nacional con otros países aumentó, ya que esta se negocia en dólares.
Además, el sistema bancario tuvo que ser intervenido y se les permitió subir las tasas de interés, esto tuvo un efecto terrible en miles de empresas, profesionales y productores agrícolas quienes tenían desde préstamos bancarios a usaban tarjetas de crédito y de pronto vieron aumentar sus deudas de manera considerable.
Otro golpe fue al gasto público el cual se redujo en su apartado destinado a programas sociales, que se destinan a ayudar a la población, justo cuando más podían necesitarlo.
Otra consecuencia de la crisis económica fue el disparo de la delincuencia, en su apartado sobre la crisis el INEA señala que para 1995 había alrededor de 900 bandas criminales armadas en México.
La crisis en México repercutió también en América Latina, donde fue conocida como Efecto Tequila.
El contexto global y nacional
Durante la primera segunda mitad del siglo XX, México vivió un periodo de crecimiento económico llamado el “milagro mexicano”, aunque a partir de la década de los 60’s se presentaron los problemas derivados de una mala planeación y ejercicio del modelo de sustitución de importaciones.
Partiendo de inicio de que la industria nacional se volvió ineficiente al estar protegida por altas tasas arancelarias impidiendo la competencia internacional; un tipo de cambio fijo ocasionó sobrevaluación y con ello deterioro comercial. Además, la población creció rápidamente y no se tenía la capacidad para sumarla a tareas productivas, generado desempleo.
Estos factores obligaron al gobierno federal a participar en la economía utilizando subsidios, exención de impuestos, grandes gastos, bajas tasas impositivas y otras políticas que provocaron un mayor endeudamiento.
Siguientes presidentes optaron por depender del petróleo, pero al desplomarse el precio, el país cayó en crisis severas, una de estas fue con José López Portillo lo que obligó a Miguel de la Madrid a aceptar los condicionamientos del Fondo Monetario Internacional y adoptar el modelo neoliberal.
Durante ese periodo la industria nacional recibió un duro golpe del que muchos empresarios no se recuperaron, ya que este modelo rechazaba la participación del Estado en la economía. En este periodo se formaron pactos para contener el aumento al salario.
Entrando el sexenio de Salinas de Gortari, este enfocó su política a fomentar el crecimiento de la inversión tanto pública como privada, pero descuidó cuatro factores que dieron origen a la crisis, según el artículo “La crisis de 1994 y sus consecuencias” publicado por el académico de la UNAM, David Placencia Bogarin:
1. Que el déficit en cuenta corriente “no importaba”
2. La idea de que no había una sobrevaluación de la moneda
3. Que el tipo de cambio real no se veía afectado por las políticas monetaria y cambiaría
4. Que se había alcanzado un equilibrio macroeconómico
Estos cuatro factores se conjugaron con el fallido mensaje que ofreció el entonces titular de Hacienda con Zedillo, Jaime Serra Puche luego de una reunión con funcionarios, empresarios y representantes del sector laboral.
En esta reunión se propuso aumentar la banda de flotación, según medios hubo un mensaje confuso del que se concluyó que estaba inminente una devaluación del peso y después que el dólar podría “flotar” libremente frente al peso, esto causó una depreciación de la moneda mexicana con las consecuencias antes mencionadas y otras como:
En dos años, el Coneval estimó que aumentó la pobreza patrimonial de 52.4 a 69 por ciento.
Mientras las personas que dejaron de poder adquirir la canasta básica pasaron de 21.2 a 37.4 por ciento.
Para frenar la crisis y el efecto en otros países, Estados Unidos apoyó al gobierno con la firma de un paquete de rescate por 20 mil millones de dólares a través de tres líneas de crédito, la primera a partir de finales de febrero de 1995 por 3 mil millones de dólares, la segunda por 7 mil millones y una más de 10 mil millones a una tasa de interés de aproximadamente el 9 %.