Sin saber qué haya sucedido el día de ayer en el American Airlines Center, de la ciudad de Dallas, Texas, es evidente de que los actuales campeones de la Conferencia Oeste están metidos en un problemón, porque a nadie nos ha quedado duda de que si el equipo que comanda Jason Kidd quiere permanecer con vida en estas Finales de la NBA, primero tienen que hacer valer su localía y posteriormente, organizar sus ideas, ya que el jugar en el TD Garden no es lo mismo como cuando se enfrentaron a los Timberwolves y tratar de que hacer paradas y acelerar el ritmo una vez que estén en transición, podrán obtener una mejor apariencia e incorporar a los jugadores de rol al juego, y quizá, esa sea una forma en que los Mavericks pueden lograr miradas más fáciles para Luka, Kyrie y todo el equipo.
Y no sabemos si después de los dos primeros partidos en Boston, quede un largo camino por recorrer en la serie, porque es natural que Joe Mazzulla, ha tomado todas las decisiones correctas y su esquema ha sido genial donde ha puesto un poco a los Mavericks contra la pared, porque están jugando de manera diferente a los demás. Indudablemente, Jason Kidd necesita incorporar a sus actores al juego de alguna manera, sin embargo, el plan de Boston es hacer que Kyrie y Luka sumen todos los puntos y eso, de alguna manera, ha dificultado que la ofensiva de Dallas se ejecute como lo ha hecho durante toda la temporada.
Aunque la mayoría de los Mavericks tienen pies o manos rápidos, es obvio que no son tan fuertes, y si a eso se le agrega que Jrue Holiday es dinámico y compacto, las cosas se van a poner complicadas porque se nota que,, el exjugador de los Pelícanos y de los Bucks, se siente orgulloso de aceptar el desafío de resguardar al mejor jugador del equipo oponente, ya que es un defensor especial. Y lo que son las cosas, ya que el entrenador de los Mavericks, calificó a Jaylen Brown como el “mejor jugador” de Boston antes del segundo juego, pero Jrue Holiday, demostró el domingo pasado que el papel es intercambiable, ya que el escolta de 33 años, derrotó a los Mavericks con 26 puntos y 11 rebotes en la victoria de Boston por 105-98, a pesar de que Luka Doncic produjo 32 puntos, el máximo del juego, con 11 rebotes y 11 asistencias.
En el segundo partido, Jayson Tatum defendió a Daniel Gafford durante 4:49, el máximo del equipo, de tiempo de enfrentamiento esto es, tres minutos más que cualquier otro jugador (Horford 1:49) con Jaylen Brown y Derrick White combinándose para otros 2:15, donde el egresado de Arkansas, anotó dos puntos antes del descanso, pero anotó 11 en la segunda mitad, aprovechando post-ups (esto es, mantenerse en el poste cerca de la canasta y normalmente a espaldas de ella) y jugadas de pick-and-roll que significa que son las acciones más ofensivas en el “deporte ráfaga”, con Irving para obtener oportunidades de anotar alrededor de la canasta. Si los Celtics continúan usando jugadores más pequeños contra los grandes de Dallas, los Mavericks deben explotar estos desajustes de tamaño y hacer que los Celtics paguen.