En esta vida hay un dicho muy famoso, que menciona que “cada quién hace con su dinero, lo que le parezca conveniente”, y parece que esta frase le ha quedado a las mil maravillas al excéntrico dueño de los Vaqueros, porque uno se pone a pensar que si no sabe que la posición más importante (todas lo son, de eso no queda la menor duda) o al menos la que recae en un equipo, es la de mariscal de campo, ya que pasa el tiempo y nadie le ha hecho mención de que su pasador Dak Prescott, y sin afán de ofender, ya no tiene nada qué hacer.
No sólo con la escuadra de la estrella solitaria, sino en toda la NFL, porque una vez que en la primera semana parecía un quarterback de élite, desapareciendo a los Cafés, el pasado fin de semana volvió a su esencia, mostrando la misma mediocridad cuando lo menor que pudo haber hecho, era olvidarse de ese jugoso contrato que le dieron y sacar adelante a su equipo.
Pero bueno, y creo que no hay combinación de números más inquietante en la NFL que estar 0-2, donde parece que es el perpetuo beso de la muerte al comienzo de cada temporada, el lugar donde ningún equipo quiere terminar si tiene serias esperanzas de celebrar un Trofeo Lombardi en febrero, y se ha convertido en un ritual de los equipos que caen en estos profundos agujeros, que realmente no vale la pena proporcionar estadísticas que demuestren cuán debilitantes pueden ser estas situaciones.
La historia nos ha enseñado que tienes que saber que la mayoría de los equipos que comienzan el año con dos derrotas, no terminan jugando un futbol significativo en enero.
Lo que también tiende a suceder, es que encuentras un puñado de equipos que terminan en una situación tan desesperada, a pesar de todas las brillantes proyecciones de pretemporada sobre su potencial, y esta campaña no ha sido la excepción.
Porque sí, nadie debería sorprenderse al ver equipos defectuosos como los Broncos o los Gigantes en la categoría sin victorias después de la segunda semana, y hasta se podía decir que es una historia distinta cuando se habla de los Carneros, los Bengalíes o los Cuervos, todos los cuales están acostumbrados a competir en la postemporada en los últimos años.
Estas organizaciones no están en la misma situación que los Delfines, que tienen marca de 11, pero enfrentan la ausencia indefinida del mariscal de campo Tua Tagovailoa, luego de que sufrió otra conmoción cerebral en la derrota ante Buffalo hace una semana, y Miami tiene que descubrir si puede sobrevivir sin su mariscal de campo franquicia.
¿Estos equipos están sentados en 0-2? Tienen que encontrar una manera de oponerse a la historia.
Pero después de todo, hoy comienza la tercera semana con la visita de los Patriotas a la Gran Manzana para medirse a los Jets, y para ser sinceros, no hemos visto muchas joyas de Aaron Rodgers en las primeras dos semanas o de aquel que llevó a los Empacadores a conquistar el Súper Tazón XLV venciendo a los Acereros, pero ha habido suficientes aspectos positivos que hacen sentir relativamente decente acerca de dónde está la ofensiva del equipo que dirige Robert Saleh, ya que esa actuación de 5 de 5 de Rodgers en la serie ganadora en la semana dos, los mantiene abiertos donde hizo un hermoso lanzamiento de touchdown a Breece Hall, y el surgimiento de Braelon Allen ha agregado una dimensión al backfield.
Y sin duda, el mejor juego de la semana, la visita de los Cargadores a Pittsburgh para chocar contra los Acereros, en un partido donde uno de ellos terminará su invicto, pero para que esto de la NFL la disfrutemos al máximo, dos juegos para este próximo lunes por la noche, con los Bills recibiendo a los Jaguares, y más tarde, los Bengalíes tratando de obtener su primera victoria, le hacen los honores a la escuadra de Washington.