Una vez más, la NFL nos ha demostrado por qué es la mejor liga del mundo, ahora que ya han finalizado once semanas, luego de lo que sucedió el domingo pasado, que fue un día bastante sacudido con la derrota de los Cuervos, así como los Jefes que perdieron lo inmaculado y en el cual, los Delfines de 1972, siguen sonriendo. Dde igual forma, el cómo San Francisco cayó de manera espeluznante, mientras que los Cargadores y los Empacadores se conservaron resistentes hasta el final, pero sudaron la gota gorda para obtener esas victorias, sin embargo, los Bengalíes y los Osos están en la cuerda floja.
La formidable carrera de anotación de Josh Allen en cuarta y dos, no sólo le dio ese impulso para ganar el premio al “Jugador Más Valioso”, después de que los Acereros retuvieran a Lamar Jackson bajo control, sino que también mantuvo a los Bills en posición de potencialmente arrebatarle el primer puesto de la AFC, así como Bo Nix, que parece estar robándole algo del protagonismo al “Novato Ofensivo del Año” de Jayden Daniels, ya que cada uno de sus equipos, actualmente tiene la última oferta de comodín en sus respectivas conferencias.
Y todo parece un cierto orden natural con el equipo número 1 de la semana anterior, como son los Leones que borraron del mapa a los Jaguares, pero en estos momentos, las carreras por los playoffs parecen centrarse más en equipos como los Bucaneros, los Potros, los Halcones Marinos y los 49´ers, que tienen mucho trabajo por delante para conseguir un lugar en la mesa.
Hoy jueves 21, los Acereros estarán de visita en la “Perrera Municipal”, donde es indudable que si es que no ocurre otra cosa, el equipo que dirige Mike Tomlin tendrá su novena victoria de la temporada, después de esos días que nunca se olvidan como fue la de la semana pasada en contra de los Cuervos y en el que Nick Herbig realmente marcó el tono para la victoria en la segunda jugada desde la línea de golpeo, cuando le hizo un gran robo a Derrick Henry, quien cedió su primer fumble o balón suelto en casi dos años.
El robo del ovoide de Patrick Queen justo antes del medio tiempo fue igualmente trascendental, pero cada atraco de balón sólo resultó en gol de campo, y Baltimore tuvo que fallar dos patadas para que Pittsburgh estuviera arriba en el medio tiempo por dos puntos. Y que quede claro que, de ninguna manera, estoy subestimando el trabajo defensivo que hizo la unidad del coordinador Teryl Austin sobre Lamar Jackson, que fue un asalto de cuatro cuartos y donde Chris Boswell, realmente salvó el pellejo de la ofensiva con sus seis goles de campo, tres de ellos de más de 50 yardas.
Y sin duda, hay que seguir a los Leones que han logrado un plus 159 en la temporada, que es actualmente su mejor marca como franquicia desde 1934, el primer año del equipo en Detroit, y que con marca de 9-1, este próximo domingo visitan Indianápolis para enfrentarse a los Potros con marca de 5-6, que se encuentran motivados después de vencer a los Jets en la misma Gran Manzana, y es impresionante cómo han respondido a la pérdida de Aidan Hutchinson, limitando a los oponentes a 17.2 puntos por partido (la cuarta menor cantidad en la NFL) en cinco desafíos jugados sin Hutchinson.
Cuatro de los últimos siete partidos de Detroit son en casa, y queda exactamente un viaje más fuera del Medio Oeste para un encuentro de la Semana 17 en San Francisco, donde la escuadra del estado de Michigan está en una búsqueda, y tiendo a dudar de que se les niegue.
