Sin saber qué haya ocurrido ayer en el Acrisure Stadium de Pittsburgh y en el NGR de Houston, “Día de Navidad”, debido a que la NFL programó dos partidos para el 25 de diciembre, ya nos encontramos a sólo una semana de que termine el calendario regular de la temporada del futbol americano profesional y todavía quedan algunas dudas, ya que Filadelfia perdió ante Washington y los Bills tuvieron problemas para derrotar a los Patriotas, que se encuentran en reconstrucción.
Pero al mismo tiempo, se estaba volviendo ilógico ver que los Jefes, con un solo descalabro, se mantienen como favoritos para llegar a Nueva Orléans, pero nunca hay que dejarlos descartados, porque Kansas City termina la temporada regular con un récord de 8-0 en casa y los últimos dos partidos de los actuales bicampeones como visitantes, ninguno es fácil (ayer en Pittsburgh y después en Denver), están en camino de ganar el primer puesto de la AFC, lo que los mantendría en casa hasta el Súper Domingo, si regresan, pero después de ver a Patrick Mahomes recuperarse de su lesión de tobillo, sus posibilidades ahora son muy fuertes.
Y de repente, las Águilas no están muertas y un mal encuentro de Josh Allen no es un evento catastrófico para los Bills, por lo que Lamar Jackson y los Cuervos tampoco pueden ser olvidados (el joven Max García Álvarez, fiel seguidor de Baltimore, está optimista), sin embargo, Kansas City merece su debido respeto y justo a tiempo para las fiestas.
Independientemente de cualquier otro resultado, si tanto los Jefes como los Bills (fácil contra los Jets y en “La Congeladora”) ganan en la semana 17, se asegurarán como el primer y segundo sembrado de la AFC, respectivamente, no obstante, una derrota de Buffalo el domingo, combinada con una victoria de Baltimore, si es que ganaron ayer, crearía un escenario sabroso en la última semana, en el que los Bills estarían jugando para mantener el puesto número 2.
Debido a que los Cuervos vencieron a Buffalo en la semana cuatro, si Baltimore gana la AFC Norte y terminan con el mismo récord que los Bills, entonces el equipo que dirige John Harbaugh subiría en el orden jerárquico de la AFC, sin embargo, Baltimore no puede superar a Buffalo como equipo comodín, lo que le da a los Bills, la oportunidad de obtener el primer puesto, consolidando aún más su condición de segundo puesto de la conferencia.
Además de los dos juegos de elección en la doble función de mitad de semana, ningún otro enfrentamiento de la AFC tiene más sabor que el de Broncos-Bengalíes, el partido dos de la triple cartelera del sábado, porque para Denver, lo que está en juego es básicamente lo mismo que la semana pasada: gana y está adentro.
Para Cincinnati, lo que está en juego es igualmente claro, bueno, al menos cuando se trata de los escenarios malos, porque pierde y está eliminado, sin embargo, las consecuencias de una victoria de los Bengalíes son un poco más complicadas, aunque una victoria de Cincinnati no aseguraría a la franquicia un lugar en los playoffs, ya que garantizaría que tengamos al menos un poco más de drama en la AFC en la Semana 18.
Al extender su racha a cuatro, Cincinnati, increíblemente, se pondría a un juego de Denver en la carrera por el comodín (con el desempate cara a cara a cuestas), por lo que el equipo del entrenador Zac Taylor entonces necesitará un puñado de resultados selectos que les favoreciera para ganarse un lugar al final de la temporada, lo que sería un milagro, cuando se considera que su probabilidad de playoffs era de un improbable 2 por ciento, apenas el pasado 3 de diciembre.