Después de empatar a un gol por bando en tiempo regular, Santos Laguna cayó en penales con Cincinnati, en un partido en el que el conjunto lagunero corrió con mucha suerte en el tiempo regular, porque el cuadro gringo fue mejor que los verdes y Acevedo la figura sobresaliente de los de la comarca, salvando varias veces su meta ante los disparos de los delanteros orange-blue, lo que mantuvo la igualdad en el tanteador, que lo llevó a la instancia definitoria de los disparos desde los 9.15 metros. Finalmente, Santos fue derrotado por los de Ohio, al fallar Aldo López su disparo en la sexta oportunidad de los guerreros, pero realmente hubiera sido una injusticia, de las que abundan en el futbol, si Cincinnati hubiera quedado fuera.
La oncena de la comarca, que dirige Nacho Ambriz no logra mostrar avances significativos en su desempeño, pues su trabajo futbolístico sigue siendo muy pobre; su defensa sufre mucho, sus elementos dan la impresión de que es la primera vez que juegan juntos; su linea media no tiene cohesión, no hay pequeñas sociedades que produzcan buenas opciones ofensivas, la creatividad brilla por su ausencia y de la profundidad ni hablamos; por lo tanto no hay un verdadero ataque, la delantera lagunera es meramente nominal, sus hombres de ataque son simples hologramas que se ven en la cancha pero que en realidad que no inquietan la meta rival.
Me atrevería a afirmar que este Santos, dirigido por Ambriz, es el que peor juega en los últimos quince años, y Nacho el técnico con el peor rendimiento en ese período, sus números arrojan un pobrísimo 25.93% de efectividad. Producto de 18 partidos dirigidos, 3 ganados, 5 empatados y 10 perdidos; vamos, ni Pablo Repetto, a quien vino a sustituir y que era el peor de todos, tuvo tan malos números.
Claro que Nacho no es el único responsable del pésimo momento que vive Santos, su directiva tiene buena parte de culpa, porque, como lo hemos mencionado de manera insistente en este espacio, desde varios torneos atrás, al conjunto lagunero le han quitado más de lo que le han acercado, pues los contados jugadores de talento que han llegado al plantel no han sido retenidos, y consecuentemente no se ha podido conformar un cuadro con verdadero nivel competitivo. Ciertamente el plantel es muy corto en talento y no da para más, casi se podría decir que los jugadores son los menos responsables, aunque también es cierto que tiene equivocaciones increíbles.
En medio de toda esta maraña de responsabilidades, Ambriz está resultando un técnico muy cómodo para la directiva, pues se ha conformado con que le den un plantel mediocre, que él sabe bien que no tiene muchas posibilidades, pero eso sí, el discurso de Nacho es de que pelearán con todo; nada más faltaría que no fuera así. Santos regresa a la comarca para preparar su próximo compromiso doméstico contra León, que en eso de actuaciones mediocres no canta mal las rancheras, pero el juego es en casa de los guanajuatenses, y la fiera querrá rugir muy fuerte ante su afición en este futbol nuestro de cada día.