Tras un arranque más o menos aceptable, el seleccionado azteca, que ahora dirige Javier Aguirre, apenas empató a dos goles ante un parchado cuadro del Valencia, sotanero de la liga española.
Ante la dificultad de encontrar selecciones disponibles para concertar juegos de preparación para la escuadra azteca, la federación mexicana ha optado por enfrentamientos con clubes de diferentes países, es por eso que se dio este juego contra el Valencia, decisión que ha sido muy cuestionada, no por tratarse de un club y no de una selección, sino por el mal momento que atraviesa el conjunto murciélago, que está último de la tabla del futbol ibérico, y al que además le faltaron muchos jugadores.
Este tipo de enfrentamientos, entre selecciones y clubes, no son muy comunes, y ciertamente la ventaja la lleva el club, pues sus jugadores entrenan y juegan juntos cada semana, lo que se traduce en un mejor juego de conjunto, que es lo que más se dificulta para una selección, cuyas reuniones son mucho más esporádicas, y si a eso se agrega la costumbre de muchos técnicos de hacer cambios de partido a partido, con el cuestionable argumento de poder observar al mayor número de jugadores, pues la ventaja se acentúa.
A pesar de todo lo anterior, el juego contra Valencia se presentaba favorable para la escuadra nacional de México, por lo parchado que llegaba el conjunto español, que tuvo que echar mano de jugadores de divisiones inferiores para poder enfrentar el compromiso pactado, más todo lo que un largo viaje implica y llegar con poco tiempo de anticipación para jugar el partido.
Pero, tras un inicio dubitativo del once valenciano, que le costó un par de goles en contra, los hispanos se fueron acomodando ante una oncena mexicana que se fue desdibujando, lo que le permitió al Valencia emparejar los cartones, y estar cerca de la voltereta. Salvo la primera media hora de juego, en la que el cuadro mexicano más o menos impuso condiciones, le demás fue parejo, y por momentos con cierto dominio valenciano, lo que le permitió lograr el empate; lo cierto es que la oncena tricolor no se vio nada bien, no obstante que Aguirre, hacia el final del encuentro, hecho mano de sus jugadores considerados titulares.
La selección mexicana sigue sin jugar a nada, solo pudo empatar con un conjunto diezmado, plagado de juveniles, que llegó a nuestro país un día antes del juego, cargando con el “jet lag” del largo viaje, y con todo eso, le plantó cara a una desangelada oncena azteca, cuya deuda con su afición crece cada partido.
El pasado sábado, el público presente en el estadio Cuauhtémoc de la ciudad de Puebla, abucheó fuertemente al conjunto nacional mexicano. Por cierto, se dice que poco antes de que iniciara el encuentro, se abrieron las puertas del estadio poblano para que le gente accediera gratis, dada la pobre venta de boletos para el partido.
Se habla ya de una gira a Argentina para enfrentar clubes de aquel país, pero sin “europeos”, solo con jugadores de la Liga MX; ¿que no se supone que los “europeos” son la base de la selección? Se viene el juego contra Estados Unidos, que para fortuna de Aguirre y sus dirigidos también tendrá algunas ausencias en este futbol nuestro de cada día.