Liguilla con muchos goles, pero con escasa calidad futbolística, resultados sorprendentes, y más que los resultados, las actuaciones de algunos equipos, que estuvieron muy lejos de lo que de ellos se esperaba y ya se fueron de vacaciones y tal vez no muy merecidas.
Toluca, que había tenido un gran torneo y por lo tanto era uno de los favoritos al título, fue un verdadero fantasma ante el América, que lo echó de la liguilla con una cátedra de su técnico Jardine, que le dio una verdadera lección de táctica y estrategia futbolística al timonel choricero, en cada uno de los dos juegos, los que ganó por el mismo marcador de dos pepinos contra cero.
Cruz Azul naufragó en la ida frente a Tijuana, que lo goleó y exhibió por tres a cero, pero con un técnico extraño, como lo es Osorio, no sacó rédito de esa clara ventaja en la vuelta y se dejó alcanzar en global, no obstante que tuvo algunas oportunidades de enterrar a la máquina; pero el que perdona pierde, y los cementeros batallando mucho pero finalmente hicieron la tarea y eliminaros a los canes.
Rayados y Pumas escenificaron el duelo que en el papel lucía más parejo, de hecho, un triunfo magro de los regios en la ida habla mucho de lo equilibrado de la serie; pero en la vuelta los errores universitarios sepultaron a los del Pedregal, más allá de el mal arbitraje del “Gato” Ortiz, que seguramente sí se equivoca al no marcar un penal; pero pesaron más los puntuales errores pumas, tanto a la defensiva con también al ataque, que los yerros del nazareno, y por eso Pumas se fue de la liguilla, cuando parecía que había sacado un resultado manejable en la ida.
Lo de Tigres es todo un caso, tuvo más de cincuenta disparos a gol en su serie contra San Luis, pero no convirtió ni un solo gol en ninguno de los dos juegos, así era muy difícil conseguir algo para avanzar a las semifinales de la liguilla.
Los felinos no jugaron un partido tan malo como para para caer goleados con el mejor local de la competencia, pero con su ineficacia ante el marco rival se trajeron un tres a cero en contra de tierras potosinas, además de un penal fallado de Gignac.
Muchos pensaron que Tigres podría darle la vuelta a la tortilla en San Nicolás, pero con su nula efectividad al ataque se volvieron a ir en ceros en la vuelta y hasta con un penal fallado por Gignac, su jugador insignia, así Tigres dijo adiós.
Para muchos, la gran cantidad de goles anotados en la liguilla es signo de la gran calidad de la misma, pero esto no es necesariamente cierto, muchos goles no significan grandes partidos, como tampoco pocos goles ofrecen juegos horribles.
Lo ideal es ver encuentros con varios goles y bien jugados, pero en una liguilla la frecuencia de estos es más bien escasa, y no pasa necesariamente por que haya escases de calidad en los equipos, más bien sucede por la mentalidad de algunos técnicos y jugadores, que se olvidan de lo que estuvieron poniendo en práctica durante la fase regular del torneo y se olvidan de ello en estas instancias, echando a perder una buena oportunidad de trascender y llegar lejos.
Vamos a ver que más nos traen las semis en la liguilla de este futbol nuestro de cada día.
