FOTO: Ilustración José Díaz
Desde el inicio, el Estado de Coahuila rechazó los materiales propuestos por el gobierno federal y decidió invertir 72 millones 854 mil 172.53 pesos en la impresión de cuadernillos alternos. Actualmente está obligado a entregar los libros que la SEP comenzó a distribuir desde agosto del año pasado, los cuales también representaron un gasto millonario. Ante este escenario, ¿cuáles son los efectos académicos, éticos, emocionales, económicos y hasta ambientales de ésta, primero, negación, y luego, entrega desfasada?
¿Cuándo y por qué se entregaron los primeros libros de texto gratuitos en México? La historia narra que durante su sexenio, Adolfo López Mateos trató de asegurar que todos los niños y niñas tuvieran derecho a la educación, según lo plasmado en la Constitución de 1917.
Fue Jaime Torres Bodet, al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quien ejecutó la idea de editar los primeros libros de texto gratuitos para combatir las desigualdades que presentaba el sistema educativo del país, y, sobre todo, atacar el analfabetismo de aquellos años.
El 21 de mayo de 1959 se lanzó la convocatoria a los escritores y pedagogos mexicanos para participar en la redacción de los materiales y finalmente el 16 de enero de 1960, once meses después de la fundación de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), el mismo Torres Bodet entregó en la localidad de El Saucillo, San Luis Potosí, los primeros ejemplares que fueron distribuidos en las más de 33 mil primarias en todo el país.
Desde su primera aparición, los libros de texto gratuitos se han renovado un total de 12 veces. Existen ediciones publicadas en 1960, 1962, 1972, 1982, 1988, 1993, 2008, 2011, 2014, 2018, 2019 y una última en 2023, bajo el sello de la nombrada Nueva Escuela Mexicana (NEM).
Aunque la mayoría de las ediciones pasaron desapercibidas, o al menos no generaron reacciones mediáticas, la de NEM, que se comenzó a distribuir en las escuelas de todo el país desde agosto del 2023, fue y sigue siendo foco de numerosas críticas por diversos sectores sociales, desde la oposición política del país, hasta de miembros del sector educativo, organizaciones civiles e incluso la Iglesia.
¿Por qué? Que porque los libros se realizaron sin consulta popular, que porque no se hicieron pruebas piloto, que porque contienen errores tipográficos y conceptuales, que porque las temáticas sobre, por ejemplo, la diversidad sexual no son adecuadas para los infantes de México, pero sobre todo, según algunos detractores, que porque los textos buscan "adoctrinar" a los niños con ideas asociadas al "comunismo y socialismo" con contenido afín a la ideología del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aun así, en el arranque del ciclo escolar 2023-2024, la titular de la SEP, Leticia Ramírez Amaya, anunció que 95.6 millones de libros de texto gratuito ya habían sido entregados en 26 de los 32 estados del país.
COAHUILA Y SU RECHAZO A LOS LIBROS DE TEXTO GRATUITOS
Ante la polémica que generó la última edición de los libros de texto gratuitos, al menos seis estados en un inicio, incluyendo Coahuila, frenaron su distribución.
El 16 de agosto del 2023, el Gobierno del Estado de Coahuila presentó una controversia constitucional en contra del Poder Ejecutivo Federal, donde reclamaba la elaboración, edición, impresión y distribución de los libros de texto gratuitos, ante la incertidumbre que se generó en la opinión pública sobre el contenido de los mismos.
Fue así que a pocos días de iniciar el ciclo escolar 2023-2024, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dictaminó suspender los materiales de educación en Coahuila.
Para contrarrestar la ausencia de ese material educativo, el 31 de agosto del 2023 el Secretario de Educación en Coahuila, Francisco Saracho, anunció que adquirirían otros libros para los alumnos de las primarias y secundarias del estado. Este diario informó que la colección nombrada Coahuila Educa sería respaldada por cuatro casas editoriales: Trillas, Santillana, SM y Castillo.
Asimismo, según información otorgada por transparencia, la acción anterior representó una inversión de 72 millones 854 mil 172.53 pesos, que se traduce a 1 millón 222 mil 702 libros que fueron entregados a partir del 26 del septiembre del año pasado en primarias y secundarias de todo el Estado.
En su momento el Movimiento Magisterial de Coahuila criticó la inyección de ese recurso en Coahuila Educa, debido a que algunos representantes señalaron que había necesidades más urgentes que atender en las escuelas.
Por otro lado, también se puede hablar de un impacto ambiental. Por ejemplo, Jordy Panyella Carbonell, editor y socio corporativista de Pol·len Edicions, en Cataluña, España, en una participación que tuvo dentro del marco de Feria Internacional del Libro Universitario de la Universidad Veracruzana en mayo del 2023, informó que la industria editorial es una de las que más impacto ambiental genera y no es consciente de ello. Tan sólo, reiteró, el 49.4 por ciento del impacto ambiental está definido por el papel, mientras que el 16.4 por ciento se debe a la distribución.
Aunque las primarias y secundarias coahuilenses ya trabajaban con los libros alternos, a mediados de febrero de este año, los amparos presentados ante la SCJN por Coahuila, así como por algunos particulares para frenar la entrega de los nuevos libros de texto gratuitos fueron desechados en su totalidad por lo que, se puntualizó, el estado debía cumplir con la distribución del material de la Nueva Escuela Mexicana para lo que resta del presente ciclo escolar.
Para el 28 de agosto del 2023, la nueva familia de libros de texto gratuitos ya había sido entregada en la mayoría de los estados de México, y apenas, después de casi siete meses se comenzaron a repartir en las aulas de Coahuila.
Para saber cómo iba la distribución de esos materiales en La Laguna, se buscó obtener información a través de Flor Rentería, coordinadora de Servicios Educativos Región Laguna del Estado, quien señaló, al cierre de edición de este reportaje (15 de marzo), que aún no contaba con la información actualizada. El dato que aportó fue que aproximadamente habían recibido un millón de libros de la Nueva Escuela Mexicana.
Ante el panorama anterior, saltan preguntas como ¿cuál será la repercusión académica de incorporar un nuevo material educativo a mitad del ciclo escolar?, ¿a qué retos se enfrentan los docentes coahuilenses de contar con dos versiones de libros para diseñar una propuesta de enseñanza?, que, según expertos, se trata de materiales muy distintos entre sí, uno que se enfoca más a la metodología de proyectos y otro que funciona más como una guía.
LA CARGAS IDEOLÓGICAS QUE SE CUELAN EN LOS LIBROS DE TEXTO GRATUITOS
Salvador Rodarte Barrón, maestro del Instituto de Estudios Superiores de Educación Normal General Lázaro Cárdenas del Río, identifica el uso tardío de los libros de texto gratuitos en Coahuila como una cuestión meramente política. Para el también doctor en Educación, el escenario es claro: Coahuila se rehusó, lo más que pudo, a incorporar los libros de texto simplemente porque estos fueron elaborados por el gobierno de oposición.
En ese sentido, Salvador Rodarte opinó que "todos los libros de texto en la historia de nuestro país han tenido cargas ideológicas muy fuertes. La historia no la han enseñado de acuerdo a lo que dictaba el gobierno en el poder. Por ejemplo, a mí me enseñaron que Porfirio Díaz era un traidor a la patria, luego que fue un gran estadista y un promotor del desarrollo. Después me dijeron que hizo una hegemonía total, entonces, la historia se cuenta a lo que el gobierno quiere dar a conocer".
Recordó que una función de la educación es perpetuar al estado en el poder. "Que eso duele, sí, que cala, bastante, también. Pero la educación es un instrumento ideológico, político, que determina valores, normas e intereses. Y cada gobierno le va metiendo de su cosecha y en el gobierno de Coahuila se generó una propuesta (Coahuila Educa) que tiene tintes, un poco, de ir en contra del gobierno actual".
DOS VÍAS PARA ACCEDER A LA EDUCACIÓN BÁSICA EN COAHUILA
Los libros de texto gratuito de la Nueva Escuela Mexicana, explicó Salvador Rodarte Barrón, trabajan sobre metodologías más centradas en los intereses de los alumnos y “en metodologías muy de vanguardia que tienen que ver con la ciencia, la tecnología, el arte, la ingeniería, las cuales buscan realmente que el niño, o la niña, aprenda de forma autónoma y, sobre todo, desarrollando este soporte de reconocer a la diversidad, educar en la diversidad y para la diversidad”.
Rodarte Barrón analiza que estos ejemplares no tienen una secuencia lógica, es decir, no van de la página uno, a la dos, y luego a la tres, son más bien “un reservorio de estrategias didácticas, de proyectos, de metodologías activas que implican a que el maestro tenga que hacer fuertes ejercicios intelectuales de anticipación”.
En su momento, cabe recordar, la titular de la SEP declaró que la propuesta educativa de la Nueva Escuela Mexicana era “profundamente humanista” y que contaba con bases científicas sólidas.
Por otro lado, los libros bajo el sello de Coahuila Educa, explicó Rodarte Barrón, se basan en aprendizajes clave, es decir “aprendizajes más de tipo académico, y un tanto más enfocados a generar en los alumnos aspectos que los lleven a poder movilizar una serie de capacidades que le permitan solucionar problemas”.
En ese sentido, el que ahora, a mitad de ciclo escolar, las aulas de Coahuila tengan que incorporar el material educativo federal, señaló Rodarte “significa que a los niños y a los maestros, sobre todo a los maestros se les está pidiendo que vayan en dos vías. Lo anterior hará que en los Consejos Técnicos Escolares (que se llevan a cabo los viernes últimos de mes) los maestros tengan que revisar ambas metodologías. “Esto implica que el maestro (o maestra) exprese resistencias porque se le estará pidiendo doble trabajo”.
Para Salvador Rodarte los nuevos libros de texto gratuitos encaran a los maestros de Coahuila a grandes desafíos, porque “ahora el cambio estará en incorporar nuevas metodologías, nuevas formas de trabajo”.
El alumnado, por su parte, analizó el docente, puede experimentar confusión al tener que integrar a su proceso de aprendizaje nuevos materiales educativos. “Imagínate que en quinto de primaria te toque un maestro que te enseñe a pensar, que te enseñe a ser libre, que te enseñe a replantear tus propias incógnitas y luego que te toque un maestro que te diga ‘No, aquí vamos a seguir el libro de texto página por página’. Ese choque me preocupa”.
Otro escenario que se vislumbra es que, a estas alturas, los maestros y maestras de Coahuila también decidan simplemente no utilizar los libros recién desempaquetados, lo cual, para Rodarte Barrón, sería “una lástima” debido a que su hechura representó una importante inversión en términos económicos, “la verdad es una lástima que se queden guardados o minimizados por no ser utilizados”.
Simplemente, como dato, sumando los ejercicios fiscales de los últimos tres años, la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos ha absorbido un presupuesto de 9 mil 949 millones 918 mil 989 pesos.
LA VOZ DE LOS DOCENTES
La educación básica en México es un tema extenso y por consecuente complejo que se puede vivir desde distintas posiciones y observarlo, también, desde distintos ángulos. En ese sentido, y hablando de lo que acontece en Coahuila, la figura del docente es fundamental para tratar de entender un poco lo que sucede en el aulas del estado.
Velia Alfaro López, directora de la Escuela Primaria Rural 16 de noviembre
Cuando el Gobierno Federal anunció sobre los nuevos libros, los maestros de la Escuela Primaria Rural 16 de noviembre tuvieron, de inmediato, la ilusión de trabajar con ellos, sobre todo por las nuevas metodologías que se presumían que contenían, relató Velia Alfaro López, directora de la institución, quien dijo, también, casi de inmediato les dieron la noticia de que Coahuila no iba a trabajar con esos materiales y se quedaron a la expectativa. “No terminábamos de comprender cómo es que íbamos a ir desapegados del contexto nacional”.
Luego les presentaron los libros de Coahuila Educa, que Alfaro López, identifica más bien como una guía. “De echo tienen todas las características de una guiá Santillana”.
Recuerda que durante una junta de Consejo Técnico, sus maestros tuvieron acceso a los libros de la Nueva Escuela Mexicana y le expresaron que les habían gustado, sin embargo, al día siguiente, se los retiraron, y les impusieron los libros que se habían gestado desde el estado.
Después, aunque no recuerda el mes, les informaron que Coahuila siempre sí se adecuaría al programa nacional, sin embargo, pronunció la directora, no les entregaron los libros nuevos. Fue hasta el 28 de febrero de este año que les hicieron la entrega, y los maestros y maestras han tratado de familiarizarse con ellos.
“La nueva escuela mexicana nos pide un trabajo por proyectos. Son varios los tipos de proyectos socio-críticos. Entonces acoplar la planeación del maestro con el libro hace que embone perfecto”. Para Velia, lo anterior es un aspecto positivo en el proceso de aprendizaje de los alumnos. Pero identifica que sí se debe otorgar una capacitación clara para que los maestros puedan explotar el potencial de estos materiales federales.
Al preguntarle sobre las diferencias entre los libros de Coahuila Educa y los de la Nueva Escuela Mexicana, la directora expresó: “la diferencia es que la nueva escuela tiene un método, un camino a seguir para llegar al aprendizaje y los de Coahuila Educa son sólo actividades, digamos, de apoyo”.
En la Escuela Primaria Rural 16 de noviembre se usan ambos libros, “fue una indicación por parte de nuestras autoridades, nos dijeron: ‘úsenlos para ver cómo se pueden adecuar, o complementar’. Pero sé de otras escuelas que ya no están usando los de Coahuila Educa”.
Por su parte, analiza que los maestros deben tratar de usar siempre todos los materiales que les hagan llegar y no ponerse de un lado o de otro, “simplemente debemos tomar todo lo que sea conveniente para el aprendizaje de los niños y las niñas”. Y aunque reconoce que el nuevo programa es un reto para los docentes, le encuentra muchas bondades, sobre todo porque los libros están diseñados para adecuarlos a los contextos y necesidades de los alumnos. “Son buenos (los libros) y esta libertad que les dan a los docentes es invaluable”.
Brenda Martínez Leija, maestra de historia de la Secundaria General Número 2 Juan Escutia
El 14 de marzo que se acudió a la Secundaria General Número 2 Juan Escutia ubicada en Matamoros, Coahuila, los maestros apenas tenían 15 días trabajando con los nuevos libros de texto.
Brenda Martínez Leija, maestra de historia, mencionó que antes trabajaban con copias o mediante dictados, porque aunque al inicio del ciclo, dijo, sí recibieron los ejemplares de Coahuila Educa, señaló que a esa institución llegaron muy pocos. Es decir, los libros que elaboró el estado fueron insuficientes, al menos para esta secundaria.
Los que aún conservan, puntualizó Brenda Martínez, al igual que Velia Alfaro, los utilizan sólo como apoyo, porque ahora están concentrados en aprovechar los de la Nueva Escuela Mexicana.
Antes, su materia sólo era Historia, ahora, bajo esta nueva modalidad, mencionó, aborda naturaleza, sociedades, y ética “abarca Geografía, Historia y Formación Cívica y Ética. Con el plan de Coahuila veíamos únicamente historia”. Algo positivo que identifica de la modalidad de la Nueva Escuela Mexicana, es que trabajan proyectos que involucran a la comunidad estudiantil y también a los padres de familia. “Hay mucha respuesta por parte de los papás y de los alumnos con la llegada de estos libros”.
Aunque sabe que los ejemplares federales llegaron tarde, la maestra puntualizó que tratarán de aprovecharlos al 100 por ciento lo que reste del ciclo escolar.
Noel Martínez, profesor de artes en dos secundarias de Coahuila
Para el profe Noel fue una gran noticia que dentro de la Nueva Escuela Mexicana se elaborara un libro para su materia de artes, debido a que, expresó, nunca la habían tomado en cuenta para la elaboración de un ejemplar. En ese sentido, las materias de educación física y la del taller también fueron incluidas, acción que entusiasmó a los profes de esas ramas, quienes después, mencionó Martínez, se desilusionaron al enterarse que en Coahuila no se distribuirían.
La otra alternativa, Coahuila Educa, no contempló su materia y tuvo que ingeniárselas para impartir las clases. Sobre ese tema el maestro comentó que aunque él no tuvo contacto con ese material, los libros que se gestaron desde el estado fueron insuficientes, pues en ambas secundarias donde labora (En la General 17 y la General 2), pudo observar que llegaron pocos ejemplares y sólo de la materias Español y Matemáticas.
Para Noel la inversión que hizo Coahuila para imprimir sus propios libros fue un dinero “tirado a la basura”, porque, puntualizó: “no les dieron un libro a cada alumno, entregaron muy pocos y se los tenían que andar prestando”. El mismo 14 de marzo que se entabló conversación con la maestra Brenda Martínez, el salón de clases del maestro de arte ya contaba con los libros del gobierno de federal. Para esa institución, la Secundaria General Número 2 ubicada en Matamoros, se destinaron 955 libros de la Nueva Escuela Mexicana. Cada alumno recibió en total ocho ejemplares.
Aunque el profesor de arte describe la entrega tardía de los libros federales como un descontrol y un detonante de confusión para sus alumnos, expresó “estoy agradecido porque es la primera vez que se incluye a mi materia y eso es un gran avance”
Para él cada cambio de planes de estudio representa un reto para los docentes, pero está consiente que ante cualquier adversidad, los maestros deben adaptarse y velar por la educación de los niños y niñas coahuilenses. Conociendo el contexto anterior la pregunta que pudiera quedar en el aire, y, quizá, se quede como una incógnita para los maestros, la población estudiantil y para los padres de familia del estado es: ¿Era necesario que Coahuila invirtiera tantos millones en libros que posiblemente acabarán arrumbados en la casa de quienes sí los recibieron?...
