El ocio y la diversión son importantes para su educación

Durante la etapa de aprendizaje de los niños, no siempre es la cantidad de tiempo dedicado al estudio lo que determina su éxito. Los momentos de descanso y recreación, tanto en el entorno escolar como en casa, juegan un papel crucial en su desarrollo integral.

“La vida infantil no puede concebirse sin juego. Jugar es su principal actividad y responde a la necesidad de niños y niñas de mirar, tocar, curiosear, experimentar, imaginar, saber, expresar, crear, soñar. Es un impulso primario que nos impulsa desde el nacimiento a descubrir, explorar, dominar y amar el mundo que nos rodea”, asegura Inma Marín, experta en juego, desarrollo y educación.

Los momentos de recreación permiten a los niños disfrutar de actividades que les gustan, como jugar, visitar parques o simplemente pasar tiempo con su familia. Estos momentos son vitales para su bienestar emocional y su capacidad de concentración.

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Es importante incluir las capacidades de todas y todos los alumnos

Los niños, durante su crecimiento, necesitan períodos de descanso para poder desarrollarse plenamente. Sin estos momentos, pueden volverse aprehensivos y perfeccionistas, lo cual afecta su desempeño y su disfrute en las actividades diarias.

En las escuelas, a menudo se observa que los recreos asignados no son suficientes para los niños más pequeños, quienes necesitan intervalos regulares para desconectarse y recargar energías. Hay que resaltar que no se trata de imponer un horario rígido de recreación, sino de asegurar que los niños tengan momentos para relajarse y divertirse, incluso dentro del ambiente escolar.

Marín explica que “jugar es una de las fuentes más importantes de progreso y aprendizaje. El juego adquiere en la infancia un valor educativo evidente. En primer lugar, porque despierta la curiosidad, que es el motor del aprendizaje. También proporciona alegría y satisfacción, ya que al jugar también los niños exteriorizan sus miedos, angustias y eso les permite elaborar sus emociones y sentimientos”.

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¿Actividades excesivas en los niños?

Identificar si un niño está saturado de actividades es imprescindible. Los signos incluyen frustración, estrés o dificultades para concentrarse. Es importante establecer una comunicación abierta con los niños para comprender cómo se sienten y si necesitan un descanso.

Los padres también juegan un papel fundamental en proporcionar oportunidades de calidad para el aprendizaje de sus hijos. Actividades simples como juegos de mesa, actividades al aire libre o simplemente pasar tiempo juntos pueden ser muy beneficiosas para el desarrollo infantil.

Finalmente, se aconseja a los padres evitar sobrecargar a sus hijos con actividades extracurriculares, ya que es importante que los niños tengan tiempo para ser niños, jugar y relacionarse con otros de su edad, lo cual contribuye significativamente a su bienestar emocional y desarrollo integral.