Por unanimidad, los regidores de la comisión de Desarrollo Económico, en conjunto con Educación, Arte y Cultura del Cabildo de Torreón, aprobaron la propuesta de declaración del pan francés como patrimonio turístico, gastronómico y cultural.
Además, se determinó que el 16 de octubre, fecha en que se celebra el Día Mundial del Pan, quede establecida como el Día del Pan Francés. El asunto será turnado a la próxima sesión de Cabildo, para su análisis, revisión y aprobación.
Fue a través de la Dirección de Comercio y Turismo que se presentó esta propuesta, impulsada por la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (Canainpa), delegación Laguna. Pedro Ávila, como representante de Canainpa, dijo que el objetivo es dar formalidad a la identidad que los laguneros mantienen con el pan francés, así como certificar a las panificadoras de la región para que puedan seguir un único proceso en la elaboración de este producto, con cada uno de los pasos que se requieren para alcanzar su calidad y tradición.
Entre los datos históricos, se mencionó que en los años 20 había una panadería en el municipio cuyo propietario era de origen francés, que hizo fama porque elaboraba un pan muy crujiente y de sabor espectacular, la ciudadanía acudía a comprar y comenzó a llamarle así al producto, que por su forma y características, es único en el mundo.
Durante la sesión conjunta, se indicó que el pan francés o pan lagunero, como se le denomina en otras partes del país, esta pieza simbólica del día a día de la región es riqueza inmaterial de la gastronomía regional y punto de partida para que tantas panaderías sigan creciendo por su alta demanda, ya que representa el 50 por ciento de su producción.
Es tan importante para los conocedores que, incluso las grandes cadenas comerciales de otros lugares, envían a sus panaderos a capacitarse a la región para que aprendan a darle el toque del sabor perfecto y deleiten el paladear de los laguneros que se encuentran lejos de su tierra.
El pan francés es tan versátil que puede acompañar cualquier comida del día, como ingrediente para hacer un emblemático platillo como el mole, los domingos con el menudo o pozole, o bien, ser la pieza central de un rico lonche de carnitas, adobada, de aguacate o mixto. Para la capirotada en Semana Santa, con un poco de miel de Jimulco o acompañado de quesos finos.
Con el pan francés, riqueza de Torreón, hay un mundo de posibilidades gastronómicas que, sin duda, cada paladar debería de experimentar, explicó Luis Téllez Montes, director de Comercio y Turismo en Torreón.
"Es muy importante poder generar este proceso de identidad en la región, en donde al declarar como patrimonio turístico, gastronómico y cultural del municipio, se coloca a Torreón, como lo ha mencionado el alcalde, en los ojos del mundo, ya que este tipo de hechos genera un arraigo cultural muy relevante para quienes habitamos en esta ciudad, además de que se refleja a nivel nacional, porque el pan francés es ya reconocido como lagunero en otras partes del país y del mundo”, dijo.
Pan francés. (ARCHIVO)