Postura. Anabel Hernández prefiere tomar distancia y escuchar de lejos las loas de los funcionarios que la felicitan por exhibir a un adversario. Quizá mañana, cuando ellos sean los denunciados, no piensen lo mismo. (SAÚL RODRÍGUEZ)
El periodismo debe enfrentar al poder, no aplaudirle ni celebrarlo. Quien se dedica a escribir tiene el compromiso de incomodar, mostrar valía en el arte de la crítica y exigir la rendición de cuentas a todo funcionario público. Lo indica la periodista mexicana Anabel Hernández.
"Yo pienso que el periodismo es un acto político. He aprendido que decir las verdades de la corrupción es un acto político. Todos los ciudadanos comunes y corrientes hacemos política cuando emitimos alguna valoración sobre el gobierno".
Hernández ha vuelto a México para presentar La historia secreta. AMLO y el Cartel de Sinaloa (Grijalbo, 2024), su más reciente libro, en la trigésima octava edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara). La investigación periodística indaga en los supuestos nexos del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con el crimen organizado.
Anochece en la capital de Jalisco. La autora es iluminada en la habitación de un hotel por la luz de una lámpara, como transformada en eco. El saco que la viste hace juego con el mobiliario en tonos ocres y la cortina que cubre el ventanal detrás. Tiene en sus manos su libro y un ejemplar de la revista Siglo Nuevo. Mientras la hojea, asegura que consultó notas de El Siglo de Torreón para su investigación, en especial la cobertura sobre el cierre de campaña que AMLO, entonces candidato a la presidencia por la coalición Por el Bien de Todos (PRD, PT y Convergencia) tuvo sobre el lecho seco del Río Nazas en 2006. Según su texto, en esa ocasión, el hoy expresidente habría recibido 25 millones de dólares en un hotel de Gómez Palacio, de manos del narcotraficante Sergio Villarreal Barragán "El Grande", entonces integrante del Cártel de Sinaloa.
"Lo que este libro tristemente comprueba es que esta complicidad entre el poder político y el narcotráfico no fue sólo una parte de la época del viejo PRI que le permitió estar 70 años en el poder, no fue sólo parte del PAN con Vicente Fox y Calderón, no fue sólo parte de Peña Nieto, sino también de Andrés Manuel López Obrador. Estamos hablando de tres partidos políticos diferentes (PRI, PAN y MORENA), los más importantes de este siglo y con ideologías políticas distintas, todos coludidos con el mismo cártel: el Cartel de Sinaloa".
Anabel Hernández va por la vida sin colores ni partidos, custodiada por un equipo de seguridad cada que pisa suelo mexicano. No se considera aliada de ningún político. Prefiere tomar distancia y escuchar de lejos las loas de los funcionarios que la felicitan por exhibir a un adversario. Quizá mañana, cuando ellos sean los denunciados, no piensen lo mismo. Dudar de todo es un lema que intenta cincelar sobre las piedras de la impunidad.
Precisamente, López Obrador llegó a celebrar sus investigaciones contra el también expresidente Felipe Calderón Hinojosa. Pero cuando La historia secreta apareció en las librerías del país, el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) descalificó a la periodista en una de sus conferencias "mañaneras". La tildó de mentirosa y la llamó "la reina de la ficción". Días más tarde, la entonces candidata presidencial Claudia Sheinbaum, remató la postura al declarar que el libro de Hernández era una novela de ciencia ficción y no un trabajo periodístico.
"El periodismo nace incómodo al poder. Un periodista no puede estar alabando al presidente o preguntándole cómo se siente hoy, esa no es nuestra función. Nuestra función es hacer que el poder rinda cuentas y eso nos hace ser odiados. Por desgracia, he sido una periodista odiada por el poder, desde Vicente Fox hasta López Obrador, debido a mis investigaciones. Hay que lidiar con eso".
Hernández asegura que hoy en día, el narco, el gobierno y el poder político en México son una sola cosa. Que si no se entiende este punto no se pueden abordar fenómenos como la violencia actual en Chiapas, Sinaloa o Guerrero. Los números son crudos. Durante el sexenio de AMLO hubo 199 mil 619 homicidios, más de 50 mil personas desaparecidas y 47 periodistas ultimados. Las cifras superan a las registradas por Peña Nieto, Calderón y Fox durante sus respectivos mandatos presidenciales.
"Muy pocos medios se atrevieron a hablar de La historia secreta y ningún espacio público o privado aceptó hacer la presentación del libro hasta hoy. ¿Cómo se vive con esto? Pues entendiendo que este es el precio que se paga por hacer periodismo honesto, independiente".
Además, la investigadora incluye en su libro testimonios como el del exnarcotraficante Dámaso López Serrano 'El Mini Lic', con quien pudo conversar en Estados Unidos, y de 20 personas clave del círculo cercano a AMLO. También analiza la crisis del fentanilo, droga cuyo tráfico aumentó en el último sexenio, y sus repercusiones en lugares como el barrio de Kensington, en Filadelfia. Así como una radiografía de Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán.
La periodista se refiere a AMLO como un 'caballo de Troya', pues asevera que el narco logró colarse en su gobierno ante su negligencia y consentimiento. Cita la Operación Polanco, la investigación que la DEA realizó sobre la campaña presidencial de López Obrador de 2006. Pide analizar la reacción que el expresidente tuvo ante la detención del narcotraficante Ismael 'El Mayo' Zambada en julio pasado, en Texas. Afirma que la corrupción en las altas esferas está lejos de erradicarse y sus expectativas para el gobierno de Claudia Sheinbaum no son menos optimistas.
"La información que he recabado desde antes de que terminara el gobierno de López Obrador, es que Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch (secretario de Seguridad y Protección Ciudadana), son parte del paquete donde se continúa el compromiso con el Cártel de Sinaloa. Ahora que el Cártel de Sinaloa está dividido, tengo entendido, por la información que he recibido por parte de gente del propio gobierno, que el gobierno de Claudia Sheinbaum está apoyando a Los Chapitos. Y Omar García Harfuch va a apoyar a Los Chapitos, recibió dinero de ellos, eso viene en el libro".
UNA SENTENCIA JUSTA
En 2008, Anabel Hernández publicó el libro Los cómplices del Presidente, donde develó los nexos de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, con el narcotráfico. La persecución del Gobierno Federal contra la periodista no se hizo esperar. En diciembre de 2013, ya en el sexenio de Peña Nieto, once sujetos armados irrumpieron en su domicilio de Ciudad de México. Afortunadamente, ella no se encontraba en casa, pero no le cupo duda que aquello fue obra de García Luna. Por eso decidió huir del país en 2014. Ahora reside en Europa.
En 2019, Genaro García Luna fue detenido en Dallas, Texas, acusado de cinco cargos relacionados con el narcotráfico. En enero de 2024, tras un juicio de cinco semanas, fue declarado culpable, y en octubre pasado condenado a 38 años y ocho meses de prisión en Estados Unidos.
Anabel Hernández acudió a la Corte del Distrito Este de Nueva York para escuchar la condena. Pudo observar a su agresor cabizbajo, negando su culpabilidad ante el juez Brian M. Cogan, quien leyó la sentencia sin consideraciones. Al salir, la periodista mexicana fue increpada por seguidores de AMLO. Dice estar satisfecha con la justicia estadounidense.
"Yo creo que es una sentencia justa, si se toma en cuenta por ejemplo, al expresidente de Honduras, Juan Rolando Hernández, a quien en la Corte del Distrito Sur de Nueva York le dictaron 42 años de prisión. Entonces, por el cargo público que ocupaba, es más o menos lo que le correspondía de cárcel por haber hecho exactamente lo mismo que hizo Genaro García Luna. Yo me siento muy satisfecha con eso".