Retiro. El Torreón fue desarmado y retirado el 9 de marzo de 2017 por órdenes de las autoridades municipales. Su retiro se justificó como parte de las obras para la instalación de la terminal Nazas del Metrobús. (EL SIGLO DE TORREÓN)
En una reciente visita que este diario hizo a la Unidad Deportiva de Torreón localizó ahí los restos de lo que un día fue un emblemático monumento conocido como El Torreón, el cual fue desarmado y retirado el 9 de marzo de 2017 por órdenes de las autoridades municipales.
El monumento, construido en 1974, a pesar de la oposición ciudadana, fue apartado de la antigua Plaza Cívica del municipio, ubicada junto al Puente Plateado. Su retiro se justificó como parte de las obras para la instalación de la terminal Nazas del Metrobús.
El proyecto de la terminal, que debía estar concluido en pocos meses, siete años después aún no se ha terminado, por ende el monumento no ha podido volver a su lugar de origen, en cambio permanece desmembrado y olvidado junto a unas canchas de futbol de la deportiva, sin ningún tipo de protección y visiblemente dañado.
En su momento la decisión de retirarlo generó polémica entre la población por considerarlo parte de la identidad de los laguneros, incluso, hubo un grupo que como un gesto de protesta creó una cadena humana para impedir que las grandes maquinarias lo siguieran desmembrando. Al final, las 16 piezas que lo conformaban fueron separadas, y hasta la fecha no han podido volver a unirse.
La acción anterior, el sociólogo Fernando Araujo la observa como un desconexión de las autoridades municipales con la población. Opina que los monumentos en cualquier ciudad son importantes y que deberían ser respetados.
"Son importantes como espacios donde se identifica la sociedad o donde se sintetiza la identidad de una población o de una comunidad, por eso son tan importantes en cualquier ciudad más allá del estado o del país, porque son significativos y representativos".
La obra de El Torreón, dice, representa la identidad del lagunero "porque se reconoce en diferentes estados del país, como símbolo o conocimiento cultural de la ciudad".
Para él es importante que las autoridades, y no sólo las que tomaron la decisión de quitar el monumento sino también las actuales sepan el significado de la cultura lagunera.
Sobre las consecuencias de que este tipo de actos se repitan, el sociólogo opina que pueden existir a mediano y largo plazo, "es una cuestión identitaria, recordemos que estos monumentos son los símbolos y las representaciones, en ese sentido, puede haber una pérdida de la identidad del lagunero y se puede ir no perdiendo, pero si como decreciendo los valores comunitarios de la región".
Hace siete años fue retirado El Torreón, y aunque se colocó una réplica en el Parque Fundadores, el original se sigue deteriorando, en cambio, recientemente se develó El Águila de la obra del Giro independencia, que según la percepción de Araujo, no representa la identidad del lagunero.
"El Águila de la bandera de México, es una obra que tendría más significado si fuera de corte federal, no obstante, como laguneros no es que no nos identifiquemos, pero a lo mejor pudiese haber sido acompañada por algo más representativo como, por ejemplo El Torreón".
Por último el sociólogo hizo un llamado a la autoridad a que identifique "estas cuestiones identitarias culturales y representativas, porque de alguna u otra manera identifican y sintetizan los valores del lagunero, y en ese sentido, también genera un sentido de pertenencia entorno al espacio y entorno a cómo nos apropiamos del espacio público como sociedad".