Aunque parecía imposible las niñas Marla y Ana pudieron abrazar a su papá en Navidad. (CORTESÍA)
Parecía imposible y al final las hermanas Marla Fernanda y Ana Gerardine, originarias de San Pedro, tuvieron el mejor regalo de Navidad; pasar, aunque sea un breve momento con su papá, quien es chofer de tráiler y como se sabe, difícilmente tienen la oportunidad de pasar las fechas significativas con sus familias.
Marla cuenta las “cardíacas” circunstancia que tuvieron que pasar para que se pudiera propiciar el inolvidable momento para sus dos hijas, ya que dice aunque el empleador de su esposo, Gerardo García le había dicho que acomodaría las cosas para que “echara” un viaje a Torreón y tuviera la oportunidad de llegar de “pasadita” a San Pedro, un día antes no le confirmaba la salida, incluso cuenta que le marcó y le dijo que a lo mejor no se hacía el viaje.
Ella cuenta que, Gerardo recientemente empezó a trabajar para esa empresa, la cual se encuentra en Cuauhtémoc, Chihuahua y transporta productos lácteos, por lo que manifiesta que, si para aquellos que llevan muchos años trabajando es complicado que puedan estar en sus casas para celebrar fechas especiales, para su esposo era casi imposible, ya que apenas entró a trabajar, por lo que sus hijas estaban muy tristes por que su papá no podría pasar Navidad con ellas.
Dice que, se cumplió más o menos un mes de que Gerardo no va a su domicilio, aunque a diario, cuando hay oportunidad se comunican por teléfono o video llamada con ella y las niñas. Preparado por que probablemente no podía darles la sorpresa, desde un mes antes dejaron todo listo para que Santa Claus llegara con los regalos para Marla y Ana.
Finalmente el avisó que si vendría a “dejar carga” a Torreón y con el permiso de la empresa para la que trabajaba, ya que las pipas están monitoreadas, tenía planeado desviarse hacía San Pedro, para ver a sus hijas, pero eran las 9 de la noche y todavía se encontraba en la empresa donde descargó, a la espera de que terminaran de lavar los dos contenedores donde transportaba la leche.
Originalmente el itinerario era llegar a Torreón, descargar y luego dirigirse al ejido Lucero de Gómez Palacio, para continuar su camino hacía Cuauhtémoc Chihuahua, pero Marla reitera que pidió permiso para ir a ver aunque fuera un breve momento a las niñas.
Cuenta que, él le dijo que si no llegaba a las 12 de la noche, para entregarles los regalos a sus hijas, alguien se encargara de hacerlo y cuando su tío Roberto les dio los regalos, la mayor “Marlita” empezó a llorar inconsolablemente, ya que ella esperaba a su papá.
“Dieron las doce y pues ya sabe que a esa hora se empiezan a abrir lo regalos y como nos juntamos toda la familia, pues se empezaron a repartir, primero los niños y luego los adultos y como él ya no me habló, pues yo pensé que ya no había podido venir y cuando acabamos de abrir los regalos, pues nos dieron la una de la mañana y veinte minutos después suena el teléfono y era él y me dice, vente ya estoy aquí, en la entrada (de San Pedro) y pues les dije a las niñas que nos fuéramos para llevarlas a la pista, para que se subieran al patín eléctrico (que les regalaron), porque en la casa no se podía y mi niña la más grande, se empezó a fijar que íbamos a la gasolinera donde su papá llegaba y se estacionaba y me empieza a decir que a dónde vamos y cuando me estaciono y vio que ahí estaba la pipa que traía, pues estaban bien emocionadas y salieron corriendo y en eso él se baja y las abraza”.
La entrada a la que Marla hace referencia es en una gasolinera que se encuentra en el entronque de la carretera hacía Cuatro Ciénegas. Ahí fue el lugar del emotivo encuentro, el cual fue captado en vídeo y fotografías y posteriormente Marla compartió en su perfile de Facebook, el cual se “viralizó”.
“Ya le habían mandado un video y él llorando porque no sabía si iba a poder venir, por que estuvo bien cardíaco todo, por que todavía un día antes, el me dijo que todavía no le decían si le iban a dar el viaje para acá, pero gracias a Dios tiene un muy buen patrón y acomodó todo para que si pueda venir en Navidad a ver a sus hijas y pues bueno así es la vida de los traileros, no disfrutan las fechas especiales, sus cumpleaños, Año Nuevo, Navidad, de verdad que muchos no comprendemos la vida tan difícil que tienen simplemente, con las desveladas batallar, con gente que no tiene cultura vial y pasan por mucho estrés en carretera”.