Venus (ESPECIAL)
La esperanza de encontrar vida en otros rincones del universo se avivó recientemente luego de que científicos encontraran un posible signo de vida en las nubes de Venus.
Luego de cuatro años de que se descubriera que en las nubes de Venus existe el gas fosfina que, en la Tierra, es signo de vida, científicos vuelven a explorar el hallazgo realizando nuevas observaciones, según se presentó este mes en una reunión de la Real Sociedad Astronómica en Hull, Inglaterra.
Y es que desde hace varios años se ha hablado que Venus es bastante similar a la Tierra, llegándolo a considerar incluso su gemelo debido a varias características como el tamaño, aunque su temperatura es muy diferente, pues es más caliente.
Pese a los años, este nuevo trabajo de investigación arrojó de nueva cuenta la presencia de fosfina en el 'planeta gemelo', según las observaciones hechas por el telescopio James Clerk Maxwell, ubicado en Hawai.
Posible vida en Venus
"Tuvimos tres campañas de observación y, en una sola, obtuvimos 140 veces más datos que en la detección original. Y lo que tenemos hasta ahora indica que volvemos a tener detecciones de fosfina. Eso es posiblemente más significativo que el descubrimiento de fosfina. Estamos muy lejos de afirmarlo, pero si hay vida en Venus produciendo fosfina, no tenemos ni idea de por qué la produce. Sin embargo, si hay vida en Venus produciendo amoníaco, sí tenemos una idea de por qué podría querer respirar amoníaco", comentó Dave Clements, especialista en astrofísica en el Imperial College de Londres.
El portal de CNN recoge un poco sobre el estudio de la fosfina hecho en Venus, señalando que se trata de 'un gas maloliente y tóxico producido por la materia orgánica en descomposición o por bacterias', es decir que surge de un organismo que alguna vez estuvo vivo.
Y es que otra característica en la que Venus y la Tierra coinciden, así como Marte, es que son planetas rocosos donde predomina el oxígeno por sobre otros químicos, es decir que el gas encontrado en el planeta vecino posiblemente no podría producirse de manera natural.
Las investigaciones respecto a este hallazgo continúan.
