En este mes festejamos la revolución mexicana, pero podemos hablar de otras revoluciones que han afectado al mundo y a nuestra forma de vivir.
Continuamente ha habido revoluciones, políticas, sociales, culturales, tecnológicas, científicas, filosóficas. Son cambios drásticos que vienen a cambiar nuestras percepciones y formas de vivir.
Si en la antiguedad había religiones politeístas, hoy tendemos a pensar en un solo Dios. La religión judía, la musulmana y la cristiana se han impuesto, como sus libros sagrados. Tecnológicamente, el mundo ha vivido diferentes edades, como la del hierro y la del cobre y afectó la manera de elaborar utensilios.
Fueron revolucionarias las conquistas de Alejandro que extendieron la influencia griega por Egipto, la India y Asia. Esta misma manera de pensar revolucionó el mundo, es la base de la filosofía moderna. Considero revolucionaria la cultura romana en sus tres etapas principales, la monarquía, la república y el imperio.
La idea de un imperio universal más avanzado que el de Alejandro. A la caída del imperio, la entrada de los bárbaros a Europa y a Asía: Godos, mongoles, Mogoles también lo fue. La imposición de la iglesia católica como religión principal en el mundo europeo. El renacimiento afectó al arte y a la política. La reforma fue librarse de un pensamiento central sobre la religión. Las utopías como la de moro y Campanella. El descubrimiento de américa amplio nuestra percepción del mundo. La visión heliocéntrica en lugar de la geocéntrica. El movimiento de la tierra.
El desarrollo de la ciencia. El enciclopedismo. La independencia de los Estados Unidos. La revolución francesa, las independencias americanas. La revolución industrial. La producción en serie. El desarrollo de las ideas socialistas en el siglo XIX, como el marxismo, el ludismo y otras tantas.
La revolución mexicana, la rusa, la china, la cubana. Aunque Para mal, revolucionario fue el nazismo y el fascismo. Los medios masivos de comunicación, la bomba atómica, la computadora, la era digital, el celular, la realidad virtual, la comida rápida.
Puede agregarle a la lista todo aquello que ha afectado nuestra manera de vivir: El ferrocarril, el automóvil, el avión, los viajes espaciales, la misma estación espacial, el viaje a la Luna y los planes para la conquista de Marte.
Se supone que todos estos cambios son para mejorar la vida del hombre. No sé qué tanto la mejora andar con el celular todo el día; pero eso se supone. Te ha hecho dependiente de una tecnología que hace veinte años no necesitabas. No se que tanto la mejora el tomar café en un vaso encerado que te quema las manos, en lugar de una taza de cerámica, o desnutrirte con alimentos que ya todo mundo sabe que son chatarra.
¿Hemos subido el nivel de vida? ¿Qué significa subir el nivel de vida? ¿Hemos subido nuestro nivel intelectual, el académico, el cultural? ¿Hemos logrado la justicia social? ¿Hemos mejorado nuestra vida espiritual? ¿Pensamos por nosotros mismos? ¿Perfeccionamos nuestras familias? ¿Le damos mejor sentido a nuestras vidas? ¿Vivimos para ser o para tener? ¿Nuestras ciudades son humanas? ¿Nuestros países son seguros? ¿Por qué, entonces, seguimos soportando las dictaduras? ¿Las oligarquías? Claro, construimos la civilización y nos empeñamos en las guerras porque esa industria reporta muchas ganancias. Para ello, sacrificamos la vida de millones de jóvenes. Les quitamos toda posibilidad de un futuro promisorio.
Llenamos nuestras calles de drogadictos, de sonámbulos que están muy lejos de tener dignidad humana. ¿Para qué hacemos revoluciones? ¿Para sentirnos inseguros? ¿Para destruir a la familia? ¿Para abortar a nuestros hijos? ¿Para caer una y otra vez en dictaduras? ¿Para legislar en contra de nosotros mismos? ¿Para dejarnos mangonear? Cada vez escuchamos peor música. Bailar se ha convertido en una tanda de ejercicios.
El arte va perdiendo su sentido. Y no hemos perfeccionado a nuestras sociedades. ¿Qué sentido tiene hacer tanta revolución? ¿Qué, los ideales y morir por ellos?