FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
Daniel Cosío Villegas fundó esta editorial, con el fin de editar libros para auxiliar a la carrera de economía. Con el tiempo, creció hasta volverse en una de las editoriales universitarias más importantes del país con varias colecciones que abarcan diversas temáticas y publican las obras completas de los principales escritores clásicos de la república; ejemplo, Alfonso Reyes.
Los breviarios tienen temática muy variada. Los estudiantes que consumen libros, seguramente tienen por lo menos uno en su librero. Otras colecciones a las que me he aficionado son: las de filosofía, la de historia, la de antropología. Hay muchas más.
Actualmente tiene puntos de venta en todas las capitales del país. La más grande, claro, en la ciudad de México en la calle de Tamaulipas. La de saltillo no es nada despreciable; una vieja casona enfrente de la Alameda. En Torreón, la introdujo Felipe Garrido. Después de algunos años, tuvo que cerrar. Actualmente, con la fusión de Educal, pudieron volver distribuir el acervo. La librería se encuentra adentro del museo Arocena. Para mi gusto, el local es muy chico; desde hace algunos años pienso que torreón es plaza poco importante para algunos mercados como el del libro y el de la música clásica. Eso se adivina cuando lo que se ofrece, con el tiempo, disminuye en cantidad y calidad. ¿Cuántas universidades presumimos tener en la región? Algunas, cierran.
La razón de este artículo es una declaración de paco Ignacio Taibo II quien dijo que la editorial era socialista. Su afirmación viene de una crítica que le hizo a la feria del libro de Guadalajara. La tildó de elitista. Parece que le disgustas las alfombras rojas y el boato en la presentación de escritores.
Y luego viene eso de que es una editorial para el pueblo. No voy a negar que sus precios son económicos, aunque también puedes encontrar libros más caros, como los de pintura, que me parece no editados por ellos.
Al principio se habló de la edición de libros muy baratos. Fueron un fiasco. 9 0 10 hojas, con un cuento y el costo de 30 pesos. Con lo mismo, podías obtener libros publicados por el teatro Martínez con varios cuentos; caso concreto, Edmundo Valadez vs la muerte tiene permiso.
No creo que hayan hecho época, sobre todo, por el punto de venta, las librerías de la editorial, la de Saltillo, una vieja casona medio porfirista, la de Torreón dentro de un museo que francamente si es elitista, aunque todo mundo pueda entrar. Antiguamente era el casino de la laguna, para la más alta alcurnia de la ciudad.
Su quieren hacer leer al pueblo, pues tienen que hacerle accesible la lectura. En mis tiempos, conseguí muchos tomos de la editorial Salvat en los puestos de periódico. De la misma manera, salieron otras colecciones muy baratas destinada para los estudiantes y el público popular. Algunas, hasta resultaron ser bonitas, con pasta dura.
Los puestos de periódicos han ido desapareciendo. Es raro el supermercado que ofrezca libros. Si no encuentras los canales apropiados para que lleguen a las clases populares, muy poco será lo que se logre.
Vasconcelos y Pellicer iban y los dejaban en las vecindades.
El calificativo de socialista para la editorial me dio algo de miedo. El que no publiquen la historia de Lucas Alamán, poseen los derechos, es lo de menos. El que den a conocer temas que tienen que ver con el socialismo, o con personajes de esta ideología, tampoco me importa, yo mismo los consumo por cultura general. Es otro tipo de decisiones al que le temo.
El socialismo acabó, por lo menos, con la literatura rusa y la cubana. No estoy hablando de cualquier literatura. Con eso de que lo único aceptable era el realismo socialista, se prohibió la libertad de expresarse, como antes lo hiciera el miedo al santo oficio. Muchos escritores cubanos tuvieron que emigrar, sobre todo si eran homosexuales.
Ya cuando se meten con la libertad de pensamiento y de expresarlo en público, es malo. ¿Por qué otro hombre me va a decir en que puedo y qué no pensar? Sería una lástima que se hiciera una purga de los libros. Hoy por hoy, el fondo es una de las más importantes editoriales del país; sobre todo en ciertos temas, como la historia de México, la antropología y la etnografía. Se juega con fuego, se iría en contra de la cultura. En Polonia, no sé si los nazis o los comunistas, prohibieron a Chopin. No vayamos a comenzar con la misma historia.