Calle 28 y Matamoros en Torreón, lugar donde Fanny fue vista por última vez.
Este 5 de noviembre se cumplen 20 años, de que Stephanie Sánchez Viesca “Fanny” fue vista por última vez en la calle 28 y Matamoros en Torreón, esperaba el camión, que la llevaría de regreso a casa en la colonia Quintas del Nazas, a donde jamás regresó. Tenía 16 años de edad, vestía una pantalonera, playera del colegio Español, y una llamativa mochila en forma de conejo, cuando desapareció.
El año pasado, justo en el mes de mayo, luego de casi siete largos años, Silvia Ortiz y Óscar Sánchez-Viesca, sus padres, trabajaron durante dos días, en un punto entre los límites de Torreón con Matamoros, en el que presuntamente fue enterrada, sin embargo los resultados fueron negativos. Pese a ello, esperan una nueva orden de un juez federal, para que puedan entrar a un nuevo predio en el mismo sector.
Desde entonces, no se han tenido nuevas pistas, ni de forma anónima, como se ha logrado dar con diversos puntos en donde se han encontrado restos humanos como parte de los trabajos que realizan como grupo Vida, que nació tras la desaparición de su única hija mujer.
Mencionó también, que la intención de llevar la historia de Fanny a la plataforma de streaming Netflix, como sucediera con el caso de la pequeña María José Monroy Encino, secuestrada en septiembre del 2010 en el Estado de México, no tuvo frutos.
“No hubo interés”, dijo Ortiz, por lo que no insistieron.
Esta idea nació en este 2024, cuando arrancaron con una campaña en redes sociales con el hashtag #FannyEnNetflix, a fin de que la empresa de streaming pudiera voltear y así lograr que se proyectara su historia como un documental, serie o como fuera posible.
En aquella ocasión, el padre de Fanny cometó: “¿Quién no ve Netflix?, mucha gente puede decir que ya son muchos años, no importa, no nos robaron a una mascota; no vamos a parar hasta saber, como sea, como la encontremos, pidiéndole a Dios salud y vida para lograrlo".
ESE 5 DE NOVIEMBRE DE 2004
Silvia Ortiz recuerda que aquel día hubo un torneo en el Colegio América. Ella estuvo ahí, todos la vieron, incluso el colegio tiene cámaras, que no tenían activas ese día, no las prendían, “a ella la ven que toma el camión, pero como ella iba rumbo a la Deportiva, a unas cuadras vivía Israel, un amigo de mis tres hijos, quien le había prestado un ‘discman’ que le tenía que entregar”.
Fanny tomó el camión frente al Hospital Universitario, sobre la avenida Juárez, para ir a casa de su amigo a unas cuadras de la Unidad Deportiva. Fue en la esquina de calle 27 e Hidalgo donde se baja para buscar a su amigo y hacer entrega de dicho aparato, pero el amigo no estaba en casa y los abuelos fueron quienes la atendieron.
Estos hechos son relatados ante las autoridades como parte de la investigación, que se mantiene abierta.
“Sí... ella vino aquí cerca de las 20:10 horas”, le dijeron.
“Ella se confió y se gastó el dinero que traía para el camión, por lo que caminó por la calle 28 hasta la esquina de Morelos y Matamoros, donde vivía Nancy, una compañera del colegio. No estaba, pero salió Pera, su mamá, a quien le dijo que no traía dinero para el camión, por lo que le pidió dos pesos para regresar a casa. ‘¿Sí alcanzas camión?’, le preguntó la mujer a las 20:30 horas. La seguridad fue tal de Fanny de alcanzar un camión, debido a que a esa hora acostumbraba a tomarlo junto con su hermano para regresar a casa”, explicó Silvia Ortiz.
“La señora dice que la ve caminar un aproximado de 80 metros, que es el equivalente de llegar a la Morelos. Hay un niño que declara que la ve porque le llamó mucho la atención la mochila: era rosa, de un conejo de peluche. La ve antes de subirse al carro con su mamá, pero la ve hasta la Morelos. De ahí ya nadie la vio”, relató Ortiz.
Desde ese día, la lucha de los padres de Fanny, Silvia y Óscar Sánchez Viesca, se mantiene para localizarla.