Esteroides para esculpir el cuerpo: una práctica normalizada en el universo fitness
Alcanzaba los 17 años de edad cuando por primera vez se inscribió en un gimnasio. Hoy tiene 49 y lleva 32 practicando el fisicoculturismo (disciplina basada en la realización de ejercicios físicos para desarrollar musculatura). Luis Servando Hernández González, mejor conocido como Wicho en el mundo fitness, presume un cuerpo esculpido. Es un hombre con un físico altamente definido.
Una carrera de más de tres décadas en el arte de los músculos lo respaldan. Varios trofeos ganados en diversas competencias de fisicoculturismo me dan la bienvenida a su gimnasio ubicado en Gómez Palacio.
Lo busco porque quiero conocer más sobre el arte de moldear el cuerpo, y también para cuestionar por qué a pesar de que en noviembre del año pasado la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) alertó sobre los peligros de consumir esteroides anabólicos con fines estéticos, actualmente su uso es algo que está normalizado en los gimnasios y, más aún, promovido desde el fisicoculturismo, dos ambientes en el qué él se desenvuelve.
Aparte de consumirlos previo a competencias, Wicho se actualiza a través de certificaciones que ofrecen seminarios enfocados en el uso seguro de estos fármacos con el fin primordial de desarrollar musculatura.
Específicamente los esteroides anabólicos son sustancias sintéticas derivadas de la testosterona, una hormona masculina. Estos esteroides tienen dos efectos principales: un efecto anabólico, que promueve el crecimiento de la masa muscular y el desarrollo de la fuerza, y un efecto androgénico, que desarrolla y mantiene las características sexuales masculinas.
Según la Cofepris se pueden recetar legalmente para el tratamiento de afecciones médicas que resulten por deficiencia de la hormona esteroide, como cuando hay un retraso en la pubertad, también se recetan para tratar enfermedades que resultan en la pérdida de masa muscular magra como el cáncer, el SIDA y la osteoporosis.
En el caso del fisicoculturismo su uso se ha normalizado debido a que ayudan a mejorar el rendimiento, y, acompañado de una rutina de ejercicio y dieta, aumentan la masa muscular de manera acelerada. El poderoso efecto que tiene la testosterona sobre el incremento de la masa muscular es lo que motiva a la mayoría de hombres o mujeres a usarlo, ya sea en su propio beneficio estético o para competiciones deportivas de envergadura.
Aunque esta sustancia se creó en 1930, fue hasta 1950 que se comenzó a usar en el ámbito deportivo. En específico, los fisicoculturistas y levantadores de pesas de la época, buscando una ventaja competitiva, empezaron a experimentar su consumo.
Dato histórico: la primera competencia de fisicoculturismo se realizó el 14 de septiembre de 1901 en Londres. El evento tuvo lugar en uno de los teatros más emblemáticos del mundo conocido como Royal Albert Hall. En ese momento el uso de fármacos no era algo popular, fue, como ya se mencionó, hasta la década de los 50 que se comenzaron a infiltrar en los músculos de los competidores.
Actualmente en México no están sujetos a una regulación estricta como en otros países. Por ejemplo, el año pasado el Consejo Federal de Medicina de Brasil prohibió recetar terapias hormonales con esteroides androgénicos y anabolizantes para fines meramente estéticos o deportivos. El órgano tomó esa decisión con base en “las evidencias científicas disponibles sobre los riesgos y daños para la salud” relacionados con el uso de estas sustancias que se suelen utilizar en el ámbito deportivo para mejorar el rendimiento o ganar masa muscular.
José Luna Riojas, coordinador de Regulación y Fomento Sanitario de la Jurisdicción Sanitaria Seis de Torreón informó para este reportaje que identifica un aumento en su consumo debido a que cada vez se establecen más gimnasios en la región, lugares en los que de alguna manera son promovidos, y más desde el fisicoculturismo, una disciplina que llama a competencias en las que llegan a ser (no oficialmente) hasta un requisito; esto a pesar de que figuran como una sustancia prohibida dentro del Código Mundial Antidopaje 2024.
Además, según Cofepris: el uso de esteroides anabólicos es ilegal y está prohibido por las organizaciones deportivas profesionales y las asociaciones médicas.
Sin embargo en el país su venta y distribución se lleva a cabo con relativa facilidad tanto en los mismos gimnasios como a través de internet. La única regulación que se hace al respecto, indicó Luna Riojas, viene directo de Cofepris México, comisión que el año pasado alertó, a través de un comunicado, que los esteroides anabólicos utilizados con fines estéticos causan graves daños a la salud.
“El consumo no supervisado puede ocasionar afectaciones graves a la salud, que van desde insuficiencia renal hasta cáncer de hígado, agrandamiento del corazón, aumento de presión arterial, riesgo de embolias e infartos, así como formación de coágulos”, se lee en es escrito.
En ese sentido, el coordinador de Regulación y Fomento Sanitario de Torreón exhortó a la población, primero, a no utilizarlos sino es en un estricto sentido médico, pero, en el entendido de que no existe una regulación, lo que sugirió después es que si se piensan consumir por mera estética, primero, es importante, puntualizó, se consulte a un profesional y, sobre todo, se tome cuenta no sólo los beneficios inmediatos, sino también las implicaciones a la salud a largo plazo.
Para desdoblar un poco más el tema del uso de estas sustancias para fines estéticos, este diario recolectó la opinión de los fisicoculturistas Luis Servando Hernández González y Angélica Tamayo Marín, ambos con varios años de trayectoria en el arte de moldear el cuerpo, así también se consultó al médico farmacólogo José Javier García Salcedo, quien nos habló sobre sus repercusiones a la salud.
LA JUSTIFICACIÓN DESDE EL FISICOCULTURISMO
Desde sus inicios, el fisicoculturismo ha valorado la musculatura extrema y la definición corporal. Los anabólicos esteroides se han convertido en un medio rápido y efectivo para alcanzar estos objetivos. La competitividad del deporte, donde la diferencia entre ganar y perder puede ser marginal, empuja a muchos atletas a recurrir a estos compuestos para obtener una ventaja.
En su caso, dos años después de ingresar al gimnasio, Wicho comenzó a ser parte de competencias de fisicoculturismo en la región, que, según Agustín Rodríguez, parte del equipo organizador de las competencias Mr. Torreón y Laguna Classic, datan desde 1956, cuando se realizó la primera contienda en la que Sergio López se coronó como el mejor fisicoculturista.
Cada año, cabe mencionar, se realizan estas dos competencias en la región, en las cuales Wicho se ha adjudicado el trofeo en varios momentos. Pero no sólo es un competidor local sobresaliente, también, sus músculos ya han destacado en competencias similares en otros estados.
La buena alimentación, la disciplina y la constancia, además del consumo de esteroides, han sido la base de su éxito, sobre lo último, Wicho comentó, “se debe ser muy cuidadoso”, porque, está consciente que, aunque no son sustancias reguladas, si pueden ser letales si se usan de manera irresponsable.
“No cualquier persona es apta. Yo no se lo recomiendo a cualquier deportista, solamente que vaya a competir, porque en el nivel de competencia (del fisicoculturismo) sí se usa un poco más”.
Actualmente Wicho ya no es sólo un competidor, ahora también entrena a nuevas generaciones que aspiran a ser parte de la galería de los cuerpos esculpidos.
“Dependiendo de la persona, primero vemos si se hacen unos análisis para ver qué todo esté bien y, luego ya empezamos con ciertas sustancias eso sí, yo siempre les digo ‘vayan con alguien certificado’”.
El fisicoculturista lagunero aconseja que jamás es bueno hacerle caso al compañero de gimnasio, o tomar o inyectarse una sustancia sólo porque a alguien más le funcionó. Rechaza esa práctica, porque, dice, la administración debe ser personalizada, y sólo, enfatiza, si se piensa en competir.
En ese sentido, él no recomienda que los esteroides sean aplicados en usuarios de gimnasios que sólo busquen ponerse en forma. “Si no es para competir, es mejor que no las usen. Con su plan alimenticio, suplementos y entrenamiento van alcanzar grandes cambios sin tener que usar ninguna sustancia”.
Otro tema que toca el experto en fisicoculturismo sobre el acto de cincelar el cuerpo, es que la ingesta de los esteroides en esta disciplina hay que entenderla desde el concepto de “ciclos”, es decir, debe hacerse en períodos de tiempo concretos, entre 8 y 12 semanas, para después dejar un tiempo de descanso para que el cuerpo se reajuste.
“Hay mucha gente que los toma, un año, dos, o tres seguidos, y a lo mejor en el momento no tienen ningún problema, pero con el tiempo los van a tener”, alerta.
Wicho sabe que conseguir sustancias para ayudar a los músculos a crecer es como “ir a comprar gansitos a la tienda”, por ello invitó a todo aquel que llegue a la lectura de este reportaje que tenga mucho cuidado con los productos “patito” que se publicitan irresponsablemente en redes sociales y que se comercializan de forma ilegal a través de Internet.
Para él una primera mala señal, por ejemplo, podría ser el costo. “Algunos laboratorios, un frasco te lo dan a 400 pesos, y simplemente por ese precio sabemos que hay un riesgo”.
Y es que, explicó, someterse a un ciclo no es barato debido a que pueden llegar a costar alrededor de entre cinco y seis mil pesos para 10 semanas. “Aparte, después hay que hacer un post ciclo que son alrededor de otros mil 500 pesos, (entonces) si es algo caro”.
En cuanto a variedad, dijo, antes sólo existían máximo tres sustancias para potenciar los músculos, ahora, mencionó, se encuentran hasta 25 productos diferentes. Las presentaciones de estos van desde polvos para preparar bebidas, tabletas, parches, ungüentos, cremas, pomadas, geles o soluciones para inyección.
Según la Cofepris los esteroides anabólicos de “abuso común” son, en forma oral: Oximetolona, Oxandrolona, Metandrostenolona y Estanozolol; e inyectables: Decanoato de Nandrolona, Fenilpropionato de Nandrolona, Cipionate de Testosterona, Undecilenato de Boldenona y Tetrahidrogestrinona (Thg).
Para concluir, en su experiencia, Wicho identifica que actualmente sí existe un incremento en personas interesadas en comenzar en moldear su cuerpo y más en el ambiente del fisicoculturismo, como dato, simplemente en el Mr. Torreón, que se llevó a cabo el pasado 31 de mayo, según Agustín Rodríguez, se registraron un total de 198 laguneros, por ello, el entrenador invitó a todo aquel interesado a que se informe muy bien antes de ingerir alguna sustancia, que enfatizó “no son mágicas”, pues de nada sirven sino se acompañan de un estricto entrenamiento y una buena alimentación.
¿LAS MUJERES PUEDEN CONSUMIR ESTEROIDES?
Angélica Tamayo Marín empezó a ir al gimnasio hace ocho años, pero hace cuatro se tomó muy enserio eso de esculpir su cuerpo. Hoy luce torneada y se dedica a instruir a otras mujeres que buscan estilizar su cuerpo.
Sobre la disciplina del fisicoculturismo dijo: “en el gimnasio empecé a rodearme de gente que ya competía que me invitaba a los eventos. Desde ahí me empezó a interesar y me gustó”.
Así se preparó para su primera competencia, para la cual, admitió tuvo que consumir esteroides, algo que no le disgustó porque notó cambios acelerados y asertivos en su cuerpo, sin embargo, decidió ya no seguir en ese camino debido al riesgo de alcanzar la masculinización.
Y es que específicamente, las mujeres usuarias de esas sustancias disminuyen la grasa corporal y por ende, el tamaño de sus senos se reduce a la par. También su piel se vuelve áspera y la voz se hace más grave. Otro rasgo es que pueden experimentar un crecimiento excesivo del vello corporal y perder el vello del cuero cabelludo. Por eso Angélica decidió parar y actualmente sólo trata de mantenerse.
Lo que observa, desde su trinchera, es que antes las mujeres no eran muy comunes en las competencias, ahora “hay muchas que buscan competir en la disciplina del fisicoculturismo”. Otro dato: en la última competencia realizada en Torreón se registraron 42 damas.
Hasta aquí podemos contestar que sí, las mujeres sí pueden tomar esteroides, pero además de lo que mencionó Angélica, es importante hablar sobre otros efectos secundarios que causan en el cuerpo femenino.
RIESGOS MÉDICOS
El médico farmacólogo José Javier García Salcedo fue claro en decir que cuando una persona comienza a consumir anabólicos comenzará a experimentar la disminución de sustancias endógenas a las que se le parecen.
“De tal manera que la testosterona, específicamente del sujeto deja de producirse cuando ya no se los administran, y tendrá repercusiones porque le va a faltar esas sustancias endógenas. (Por otro lado) el exceso de testosterona hará que existan problemas importantes en los testículos, en el hígado, tumores hepáticos, que generalmente son benignos, pero que sí pueden ser malignos, también tumores en las mamas”.
La próstata, mencionó el especialista, también puede resultar afectada en la ingesta de esta sustancia. “El crecimiento prostático es mayor, y no solamente es el crecimiento, eventualmente también se pueden producir tumores en la próstata”.
En el caso de las mujeres, indicó que toda aquella que los consuma se someterá a una masculinización: presencia de vello facial o corporal, disminución del tamaño de mamas, alopecia, interrupción del ciclo menstrual, profundización de la voz, entre otros.
Explicó que los esteroides deben usarse, médicamente, como un tratamiento farmacológico destinado para tratar a aquellas personas con un bajo nivel de testosterona debido a una patología, y, aclaró, tienen que ser recetados por un endocrinólogo.
“El uso de los anabólicos no está regulado. En los gimnasios generalmente la gente que está como instructora no siempre tiene esta información médica. Ellos manejan lo que creen que puede ser, sin tener bases médicas o científicas y hacen recomendaciones que no deberían de hacer”.
Por último, García Salcedo expresó: “sí vale la pena verse bien, pero todo debe ser con moderación”, porque, concluyó: “cualquier anabólico que utilicen, tendrá sí o sí repercusiones en la salud”.