Vecinos de la colonia G. Meraz piden solución definitiva a los brotes de aguas negras. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Cansados pero sobre todo preocupados por los constantes brotes de aguas negras de sus alcantarillas, vecinos de la calle Tacana y Montes Urales, de la colonia César G. Meraz de Lerdo, exigen una solución definitiva a las autoridades municipales.
Tan solo hasta ayer miércoles, la calle Tacana se encontraba anegada por aguas verdes y pestilentes, después de que permaneciera así por poco más de un mes.
Pero para Alfredo Flores, vecino de este sector, por años se ha presentado este problema sin que hasta la fecha se le dé una solución definitiva.
"Pasó más de un mes el charco este, y ya tenemos preocupación porque aquí una vecina se enfermó y yo tengo a mi esposa que le amputaron su pierna", dijo preocupado sobre todo por el foco de infección que representa.
Lidia Martínez, vecina también del lugar se encuentra preocupada por la salud sobre todo de los niños que habitan en su hogar, uno de tres meses y uno más de un año y dos meses, ya que uno de ellos ya enfermó de su estómago, dijo.
La preocupación de los vecinos es mayor, ante la proliferación de moscos que genera el lago verdoso, más aún porque la mayoría ya contrajo el virus del dengue.
"Cuando pasan los carros salpican y es cuando se levanta el mal olor", dijo preocupada la madre de familia.
Razón por la que lanzaron un llamado a las autoridades municipales para que den solución definitiva al problema del brote de aguas negras en este punto de la colonia César G. Meraz.
"Que arreglen los drenajes porque aquí se tapa muy seguido. Es un riesgo de infección, para los niños chiquitos y para el riesgo de los vecinos", dijo Lidia Martínez.
Además de las aguas negras que representan un foco de infección para los vecinos, el daño que se ha generado en el poco pavimento de unas de las vialidades, es evidente, pues se han formado grandes hoyancos, los cuales esperan que algún día sean atendidos.
También por años, han esperado la pavimentación de calles como Montes Urales, "esta calle tenemos 40 años que nunca se han pavimentado, mejor andan pavimentando otras", dijo don Alfredo, quien para evitar daños en los vehículos y que no se conviertan en un riesgo para los peatones, de vez en cuando dice, "le echa tierra" para rellenar esos hoyancos.
