Fotógrafo Jesús Flores proyecta su pieza Torreón al Alba junto a las vías del Sector Alianza

El reloj dio las cinco de la mañana del pasado sábado 21 de diciembre. Rayaba el cielo, frío en el aire. La luz de un proyector creaba imágenes sobre el muro de una de las construcciones que se ubican junto a las vías del ferrocarril, en el viejo sector Alianza, al poniente de Torreón. Se trató del proyecto Torreón al Alba, a cargo del fotógrafo lagunero Jesús Flores.

Las imágenes arrojaban montajes del pasado y del presente, pertenecientes a lugares emblemáticos de la ciudad. Aparecieron la Plaza de Armas, la antigua Casa Lack, el extinto Banco de Londres. Quienes comenzaban su día se detenían por un momento alentados por la curiosidad. Algunos iban a pie, otros en bicicleta. Fiel ejemplo de que ni Torreón ni el tiempo se detienen.

El proyecto de Jesús Flores consiste en una pieza audiovisual de 21 minutos de duración, se nutre por 150 imágenes históricas de Torreón, capturadas entre 1894 y 1921, superpuestas en un ensamble fotográfico. Para ello se valió de instantáneas tomadas por H. Harold Miller, E. B. Downing, J. G. Hatton, Charles B. Waite, Winfield Scott, W. Osterfeld y José Mendoza. Además de agencias y publicaciones como Casasola, Sonora News Company, American Press Ass´ N.Y., el Directorio Comercial e Industrial 1905-1906, el Libro de Torreón 1902 y La Perla Papelería e Imprenta.

Flores recibió el estímulo del programa Proyectos de Apoyos a la Creación de Proyectos Culturales (FONCA) y la Fototeca Nacional. La pieza proyectada por primera vez el pasado domingo 24 de noviembre en el auditorio del Museo Arocena. En una anterior entrevista, Flores compartió:

“Ya cuando tengo estas imágenes localizadas, encuentro un recorrido. Encuentro como una ‘street view’ a partir de las Plazas de Armas hasta las estaciones del ferrocarril, que ese fue mi segundo problema: ¿dónde estaban las estaciones del ferrocarril? Ya no existe absolutamente nada”.

La intervención junto a las vías del ferrocarril significó también la reconexión de la pieza con su esencia: tomar a los durmientes del poniente como detonadores de la gran bonanza económica que ostentó la ciudad a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El alba es ese nacimiento a partir de la instalación ferroviaria.

“El año que entra la proyectaré en otros lados. Esta intervención fue más una pieza que un evento”, indicó el artista.

Respecto a la obra de Jesús Flores, valdría la pena recuperar lo escrito por la artista Patricia G. Santiago en su cuenta personal de Facebook:

“Chuy Flores en un chamán. Desde que vi su Torreón al Alba en aquella primera proyección en el Museo Arocena, veo la ciudad con otros ojos (así como ver la matrix). Nuestra ciudad creció como un pollo industrial al que parece que le metieron esteroides y de pronto se desparramó en diferentes momentos. Solemos pensar que los tiempos pasados fueron mejores y conmemoramos piedras viejas como una manera de honrar memorias y tratar de recargar valores, pero a veces olvidamos que las historias son grises y que el progreso, por lo regular, no es inocente”.