La imagen videograbada que apareció ante los medios de comunicación a nivel nacional mostró más que suficiente cuando vimos como un niño de tan solo 11 año enfrentó y suplicó a un grupo de delincuentes para que no secuestraran a sus padres en el puerto de Mazatlán. Al final los criminales liberaron solo a la madre, llevándose al padre del menor.
La violencia no se detuvo ahí. Aquella misma noche un grupo armado atacó la fachada de una clínica privada en la ciudad, sumando más alertas rojas a la sensación de inseguridad que prevalece en aquella región en lo que también se reportó la aparición de 13 cuerpos en los municipios de Culiacán, Badiraguato, Elota y Mazatlán.
En las últimas horas se reportaron 11 asesinatos en diversos hechos y actos vandálicos en comercios de Culiacán. Entre los incidentes más graves, las llamas consumieron un local de sushi en la isla Musala, y los bomberos que intentaron apagar el incendio recibieron balazos. Además, se registraron ataques a restaurantes en Tres Ríos, donde cuatro personas fueron asesinadas en la colonia Ferrocarrilera, además de un hombre asesinado en La Costerita.
Pese a lo anterior, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya afirmó durante su conferencia semanal que la Entidad bajo su mando no se encuentra en un estado de excepción. Ante la creciente ola de violencia que se ha vivido en la capital y en Mazatlán al igual que en otros municipios cercanos, el mandatario instó a todas las familias a enviar a sus hijos a clases, enfatizando que se han implementado operativos especiales de vigilancia en torno a los planteles educativos para garantizar la seguridad de los estudiantes.
Para sorpresa de los medios tanto como de quienes se encontraban presentes, Rocha Moya insistió en "su compromiso" de mantener todas las escuelas abiertas y pidió a los padres de familia: "No hacer el caldo gordo a quienes promueven una percepción exagerada de la situación". No obstante, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) decidió suspender clases en un esfuerzo en solitario por intentar salvaguardar la seguridad de los estudiantes debido a los hechos violentos presentados el día de ayer y durante la madrugada del día de hoy.
A menos de un día de que presente su Tercer Informe de Gobierno, el gobernador de Sinaloa ha seguido haciendo agua, señalando a comerciantes y empresarios de exagerar sobre las pérdidas que se han generado debido a la ola de inseguridad en el Estado, en tanto los mismos empresarios le han respondido que la crisis de violencia que se vive desde hace tres meses dejará pérdidas por más de 18 mil millones de pesos y ocasionará que desaparezcan 25 mil empleos formales.
Lo anterior ha generado que en un grupo de ciudadanos iniciara formalmente, con apego a la ley, el procedimiento legal para promover la Revocación de Mandato de Rubén Rocha Moya como gobernador pues consideran que no ha cumplido sus funciones de garantizar la seguridad en la región debido al estado de ingobernabilidad y desastre económico prevalente.
Por su parte, Martha Reyes, presidenta de Coparmex Sinaloa, exige plan económico integral, señalando que la situación actual pone en riesgo la existencia de las pequeñas y medianas empresas y con ello el bienestar de las personas que se emplean en el sector, por lo que los integrantes de Coparmex y los miembros del Colegio de Economistas piden al gobernador que no minimice las pérdidas económicas que padece el Estado.
Sin embargo, el mandatario estatal minimiza los recientes hechos de violencia, calificándolos como "casos aislados", mientras una ciudadanía desesperada exige acciones contundentes ante la inseguridad que afecta a todos.
No en balde refieren los propios medios de aquella Entidad convulsa y abandonada a su suerte que el peor enemigo de Rocha Moya suele ser él mismo cada vez que habla, por lo que queda claro que el dinero que este le paga a sus asesores, a costa del erario, sale sobrando en estas circunstancias.
