El edificio de Google en Nueva York, el 26 de febrero de 2024. (Foto AP/Seth Wenig, archivo)
Google despidió a 28 empleados luego de que protestaron por tecnología que la compañía de internet está suministrando al gobierno de Israel en medio de la guerra en la Franja de Gaza.
Los despidos confirmados por Google el miércoles por la noche se produjeron un día después de que nueve empleados fueron detenidos durante una sentada en las oficinas de Nueva York y de Sunnyvale, California, luego de que la compañía llamó a la policía.
La disconformidad en torno a Google se centra en el “Proyecto Nimbus”, un contrato por valor de 1,200 millones de dólares firmado en 2021 bajo el cual Google y Amazon proporcionan al gobierno israelí servicios de computación en la nube y de inteligencia artificial.
Las protestas son organizadas principalmente por un grupo llamado No Tech For Apartheid. Google señaló que su Proyecto Nimbus no se está desplegando en armamento o recopilación de inteligencia.
En un comunicado, Google atribuyó el despido de los 28 empleados a una “conducta completamente inaceptable” que evitaba que algunos de sus colegas hicieran su trabajo y creaba una atmósfera amenazante. La compañía, con sede en Mountain View, California, añadió que sigue investigando lo que había ocurrido durante las protestas, implicando que podría despedir a más trabajadores.
En un blog, el grupo No Tech For Apartheid acusó a Google de mentir sobre lo que había pasado dentro de sus oficinas durante lo que describió como una “sentada pacífica” que recibió un apoyo abrumador por parte de otros empleados que no participaron en la protesta.
“Este flagrante acto de represalia es un claro indicio de que Google valora su contrato por 1,200 millones de dólares con el gobierno y fuerzas militares israelíes genocidas más que a sus propios trabajadores”, señaló No Tech For Apartheid.
Sin mencionar un incidente en específico, el director general de Google, Sundar Pichai, señaló en un blog que los empleados estarán bajo vigilancia constante mientras la compañía trabaja para mejorar su tecnología de IA en un momento crucial en la industria y, posiblemente, para la humanidad.
“Este es un negocio, no un lugar para actuar de una manera que interrumpa a los compañeros de trabajo o los haga sentir inseguros, para intentar utilizar la compañía como una plataforma personal, o para luchar por cuestiones conflictivas o debatir sobre política”, escribió Pichai. “Este es un momento demasiado importante para la compañía como para distraernos”.
Los trabajadores de Google han realizado protestas de manera periódica en torno a otros acuerdos en los que trabaja la compañía y también han planteado preocupaciones éticas sobre la forma en que la compañía está desarrollando la inteligencia artificial.