"Precedido de mentiras y promesas de campaña…el Presidente que se va en unos meses puso ayer sobre el atril del Constituyente de 1857 un paquete de reformas para culpar a otros de su fracaso sexenal".
Pablo Hiriart
En la conmemoración de la promulgación de la Constitución queretana de 1917 que es la vigente en el país, llamó la atención la ausencia del Presidente ante los demás poderes de la Unión.
Para justificar este acto de teatralidad preparada, la sobrina de López como empleada y secretaria de Gobernación se vio obligada a secundar esta ocurrencia diciendo que el Titular del Ejecutivo se preparaba para emitir una serie de propuestas de reformas a título personal, lo cual hizo de manera pomposa en el anexo a Palacio Nacional donde se encuentra el antiguo recinto Parlamentario.
En contraparte, de manera institucional tocó al Ministro Alberto Pérez Dayán como Magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dirigir el discurso que toca por Ley celebrar en lo que fuera el antiguo Teatro Iturbide de Querétaro que cada 5 de febrero se convierte en recinto de la República.
Durante el evento el Ministro habló sobre la importancia de la Constitución para el país, sobre cómo ningún poder está por encima de ella y el Poder Judicial cumple en acatarla con independencia y autonomía.
A sólo unos días que la Suprema Corte por iniciativa del mismo Ministro Pérez Dayán, declaró inconstitucional la Ley de la Industria Eléctrica del presidente López y de que se ha declarado la invalidez de un buen número de reformas presidenciales, el Magistrado recalcó que cada sentencia del Poder Judicial que obliga a quienes no cumplen con el mandato de la Constitución o de la ley a realizar lo que en ella se prescribe, representa un acto democrático: "En otras palabras, hacer cumplir la ley es uno de los actos democráticos más genuinos del servicio público, defender a la Constitución es defender al pueblo mismo, aunque no siempre se quiera atender así. Duele escucharlo, lo sé, pero más doloroso sería dejarlo pasar en el sistema dibujado por el constituyente".
En solitario, López presentó 20 reformas a la Constitución como eliminar plurinominales, eliminar organismos autónomos y la elección de consejeros y magistrados por voto popular.
Lo anterior pareciera desplante luego que un tribunal federal concluyó que conforme el Artículo 129 de la Constitución es inconstitucional el decreto mediante el cual López quitó el control de las aduanas al SAT para entregárselo a los militares en la SEDENA y la Secretaría de Marina.
No deja de llamar la atención como es este intento de reformas son reiterativas, como cuando tuvo la ocurrencia de nacionalizar el litio que ya era propiedad de la Nación conforme la Carta Magna, cuando no francamente absurdas, arbitrarias o violatorias de la Constitución en sí. En cuanto su propuesta de pensiones al 100% del sueldo-económicamente inviable- nunca ha tocado a los trabajadores de Comisión Federal de Electricidad que dirige su amigo Manuel Bartlett y que son los únicos que si tienen dicho privilegio en el país.
Ahora bien, entre los escándalos de corrupción de sus hijos y las acusaciones de la DEA de haber recibido financiamiento del Crimen organizado desde su campaña del 2006-que no es novedad tampoco-tal parece que a López le interesa levantar polvo para tapar lo anterior, y que mejor manera de hacerlo que atacar la Constitución que es el máximo referente institucional de orden y respeto del que dimanan los derechos ciudadanos y las obligaciones del Gobierno.
Por ende, a sabiendas de que estas reformas no serán posibles pero generarán controversia en tanto son descartadas por simple lógica, es que se puede entender la urgencia y ocurrencia del titular del Ejecutivo que, en la medida que se acerca la elección para relevarlo, intentará cubrir sus propios pasos.
