Trump ha redoblado sus exigencias en que se defina un ganador la misma noche del martes. (AGENCIA)
Los estadounidenses viven el supermartes que definirá quien será el nuevo inquilino de la Casa Blanca durante los siguientes cuatro años, una reñida disputa electoral entre la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente, Donald Trump, del partido Republicano.
Ambos candidatos redoblaron sus esfuerzos en la víspera con tal de alentar a los indecisos a marcar una tendencia a su favor.
En el caso de la vicepresidenta Harris, ha llamado a las comunidades latinas y afroamericanas a salir a votar en los llamados estados bisagra, principalmente Pennsylvania y Georgia, los cuales podrían definir el rumbo de la elección presidencial de Estados Unidos.
En Pennsylvania, considerado clave para definir la contienda, se registraron nueve millones 88 mil electores. De ese universo, la proyección es que 362 mil son votos de latinos, 57 mil más en comparación con hace cuatro años.
En las presidenciales de 2016, Trump triunfó en la entidad por sólo 42 mil votos, mientras que en 2020, el presidente Joe Biden ganó con casi 80 mil. Para esta cita se proyecta un resultado aún más apretado.
En 2020, 69% del voto latino fue para Biden y 26% para Trump. Los expertos señalan que es muy probable que, para esta edición, el voto a Trump sea menor, luego de los insultos a Puerto Rico por un comediante durante un mitin político, que calificó a isla como basura.
En 2020 se registraron a nivel nacional 18.6 millones de latinos y votaron 16.6 millones. Para esta contienda federal, 13 estados con poblaciones importantes de latinos proyectan un aumento en el registro de 1.7 millones con relación a hace cuatro años.
La National Association of Latino Elected and Appointed Officials (NALEO), estima que al menos 17.5 millones latinos votarán a nivel nacional en esta convocatoria.
Del lado Republicano, el expresidente Donald Trump ha redoblado sus exigencias en que se defina un ganador la misma noche del martes, algo imposible considerando las seis zonas horarias que atraviesan el país, desde la costa este hasta Hawai.
En 2020, cuando Trump perdió la presidencia ante Biden, él y muchos otros conservadores han pasado los últimos cuatro años asegurando falsamente que dichos comicios fueron fraudulentos y quejándose del tiempo que toma contar las boletas en Estados Unidos.
Expertos en materia electoral aseguran que la prioridad en el conteo de votos es que sea preciso y seguro.
Trump ha llevado a los conservadores a lamentar que Estados Unidos no realice conteos tan rápidos como Francia o Argentina, donde los resultados de los comicios más recientes se han dado a conocer a horas del cierre de casillas, pero esto se debe a que esos países tabulan una sola elección a la vez. El sistema descentralizado de Estados Unidos impide que el Gobierno federal controle las elecciones, por lo que cada estado, incluso cada condado y municipalidad dictamina sus reglas, por lo que el conteo de las aproximadamente 160 millones de boletas no podrá darse de forma inmediata y con ello, la definición de los 270 votos necesarios del Colegio Electoral para ganar la Presidencia.