Pocas veces en la historia se ha dado la ocasión y la pauta para que se llegue a capturar en vivo la naturaleza de cada momento. Tanto más cuando la reconstrucción de la realidad en la que se entretejen la vida y la esencia de los pueblos suele ser tan amplia, tan rica y tan compleja que por lo general suele rebasar a los hombres desde su propia cotidianidad.
Sin embargo, hay casos en los que la verdad y la belleza logran este milagro con miras a la posteridad, a través del pensamiento configurado a partir de la palabra escrita, o incluso también a través del lente de la cámara. En este último caso es en el que logramos ubicar una obra maestra documental como Hispanoamérica: canto de esperanza; película que nos brinda una visión renovada, veraz y visualmente poderosa de cómo nació y se desarrolló realmente lo que hoy conocemos nada menos que como la América Española, aquella Patria Grande en la que vivimos.
Iniciada a rodar desde noviembre del 2022, sus sitios de grabaciones se llevaron a cabo nada menos que en México, Ecuador, España, Perú, Bolivia y los Estados Unidos, siendo estrenada con éxito en la Madre Patria este mismo año-logrando contar para su estreno nada menos que con la presencia de Su Majestad Felipe VI-siguiendo con una serie de estrenos exitosos que la han llevado a este lado del mar hasta las cinesalas de nuestro país-siendo estrenada en el Centro de la Fundación Soumaya-seguida de Estados Unidos, Perú, Ecuador, Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala, Panamá, Uruguay, República Dominicana y Colombia.
Contando con entrevistas de más de 60 historiadores y especialistas hispanoamericanos de todos los ámbitos y colores como la Dra. Guadalupe Jiménez Codinach, Marcelo Gullo, Juan Miguel Zunzunegui, Patricio Lons, Enrique Krauze, Carmen Iglesias, Alfonso Borrego y Rafael AIta, esta película logra mostrarnos nuestra propia Historia compartida desde una riqueza visual que logra transmitir al espectador la plenitud del patrimonio arquitectónico, pictórico, escultórico y musical vigente a lo largo de más de 300 años de mestizaje y belleza cultural
Esta obra de la autoría del cineasta Jose Luiz López-Linares, considerado como uno de los mayores exponentes del cine documental español, quien cuenta con una extensa filmografía galardonada con tres Premios Goya, el Premio Ondas y una nominación a los Premios Emmy, repite la fórmula del éxito que fue su anterior documental España, la primera globalización (2021); obra ovacionada en la que logra-a decir de los especialistas involucrados-hacer defensa de la memoria histórica, refutando las mentiras propias de aquella campaña de propaganda que fue en su momento la Leyenda Negra antihispana que en el pasado consiguió que los descendientes de aquellos españoles de la península y de América terminaran despreciando y desconociendo su origen, al grado de convertirse en presas fáciles de la voracidad de las naciones anglosajonas que les inocularon el desprecio de sí mismos, para poder lucrar con ello en perjuicio de nuestras naciones independientes hasta la fecha.
El título de esta gran obra del séptimo arte proviene nada menos que de una de las obras del gran poeta nicaragüense Rubén Darío, Cantos de vida y esperanza; mismo nombre desde el cual se evoca nada menos que a uno de los autores más insignes que ha dado al mundo nuestra cultura iberoamericana
En tanto el presidente socialista español Pedro Sánchez se ha gastado más de 20 millones de euros de impuestos de los peninsulares en mandarse hacer una película autobiográfica, Hispanoamérica: canto de esperanza ha sido producida mediante la aportación privada de miles de personas, sin dinero del Gobierno, y proyectándose en nuestro país en salas de cine en todos los Estados desde el 17 de octubre.
Del mismo modo que William Shakespeare evocara la posibilidad de que un mundo o el espacio infinito lograran caber en el interior de una nuez, López-Linares logra una proeza semejante al capturar la esencia y el alma de nuestra Hispanidad en un documental: de polo a polo, y desde ambos lados del Atlántico, en este filme que sin duda marcará una pauta a seguir para la posteridad en lo que toca a la preservación de la auténtica memoria histórica y la riqueza de nuestros pueblos originarios y mestizos.