Historiador conversará sobre la expulsión de españoles de La Laguna en 1914
Un fragmento de la historia de Torreón será el que compartirá el historiador Domingo Deras, gracias a su conferencia ‘1914: La expulsión de los españoles de La Laguna’, este jueves 28 de noviembre, en la Biblioteca José García de Letona, en punto de las 19:00 horas. Se trata de un evento organizado por el Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE).
A través de este relato, Domingo Deras transportará al público a los meses de marzo y abril de 1914, durante la Tercera Toma de Torreón, protagonizada por el revolucionario Francisco Villa. Algunos expertos han catalogado a esta batalla como la más espectacular de la Revolución Mexicana. Pero el punto abordado es sobre la expulsión de los migrantes españoles por órdenes del Centauro del Norte.
Para entender el contexto se deben citar los antecedentes. En 1913, tras la Decena Trágica, que significó el asesinato de Francisco I. Madero a manos de las tropas de Victoriano Huerta, Villa recibió rumores de que miembros de la colonia española habían festejado los hechos en el Casino Español de la Ciudad de México. Le contaron que se habían descorchado botellas de vino y champaña.
“Le llegaron noticias de que los españoles se habían juntado en el Casino Español de México para festejar el asesinato, la caída del régimen maderista, porque anhelaban que volviera un régimen como el de Porfirio Díaz. Los ricos españoles eran una casta privilegiada del Porfiriato. Entonces, Villa les agarró mala voluntad, los acusó de traidores, de explotadores del pueblo mexicano”.
Durante los primeros suspiros del siglo XX, la colonia española era la más próspera en la Comarca Lagunera, con cerca de 700 miembros. Tenían fábricas, tiendas, latifundios, se dedicaban al cultivo del algodón. Entre los empresarios más destacados de esta etnia se encontraban Rafael Arocena, Leandro Urrutia, Silvestre Faya, Joaquín Serrano, Baldomero Ezquerra, Pedro Camino Ruiz, Juan y Agustín Victorero, entre otros.
Entonces Villa se dirigió a Torreón, tomando esta ciudad, Gómez Palacio, Sacramento y San Pedro.
“Villa ya venía informado de que acusaban a los españoles de haber apoyado al Ejército Huertista, que les habían proporcionado víveres”.
Los huertistas conformaban entonces la llamada División del Nazas, comandada por el general José Refugio Velasco. Contaban con buen armamento y tenían la encomienda de custodiar la ciudad, pero pese a todo eso sucumbieron ante los revolucionarios.
“El general Villa venía con bastante artillería, miles de hombres, caballería (la cual no tuvo un papel importante como en otras batallas). Todo se sitió a base de cañonazos”.
Una vez consumado el triunfo villista, el Centauro del Norte preguntó por el paradero de los españoles. En la ciudad le indicaron que se estaban escondidos en el Banco de La Laguna. Los de menor poder adquisitivo se resguardaron en el sótano, mientras que los más adinerados ocuparon las oficinas de los pisos superiores.
Deras narra que Villa les dio el ultimátum de que deberían abandonar la ciudad, pero que hizo la excepción con don Joaquín Serrano, accionista de fábricas como las jaboneras La Unión y La Esperanza, o la hilandera La Fe, donador de los terrenos de la Alameda Zaragoza y benefactor de la urbe. Sin embargo, don Joaquín no aceptó su oferta y decidió marcharse con sus compatriotas.
Los españoles fueron enviados en dos trenes rumbo al exilio a la ciudad de El Paso, Texas.