Familiares de pacientes y los propios trabajadores han denunciado la falta de medicamentos.
En diez horas que tiene su hija hospitalizada, María, como la llamaremos para proteger su identidad, ha gastado alrededor de mil pesos en insumos y análisis de sangre que le solicitó el personal de salud en el Hospital General de Torreón, que depende de la Secretaría de Salud del estado.
“Yo a mi hija la tenía allá en Matamoros, allá no me cobraron nada, todos los estudios me los hicieron ahí, pero me la mandaron como a la 1 de la mañana aquí, porque supuestamente era de emergencia una cesárea y ahorita son las 12 del mediodía y todavía no se alivia.
Ya me pidieron que comprara los tubos para laboratorio, y luego me pidieron para unas gasas y que me esperara, que ellos me iban a vocear, porque dependiendo de cómo se alivie la niña, va a ser el medicamento que voy a comprar. También me mandaron a la Cruz Roja por unos estudios de sangre y fueron como 850 pesos, aquí no tienen nada, absolutamente nada. Yo digo, si atienden a la gente de bajos recursos, ¿por qué piden dinero?, mucha gente no tenemos, venimos aquí y nos sacan dinero”, narró la mujer, visiblemente molesta.
Ayer, en laboratorio no había pruebas de glucosa, creatinina, prueba serológica para la sífilis (VDRL), de gasometrías, tiempo de protrombina (TP), tiempo parcial de tromboplastina (TPT), transaminasa oxalacética (TGO), bilirrubina, examen general de orina (EGO), citoquímico, hemocultivo, perfil tiroideo, troponina, biometría hemática, frotis de sangre, reticulocitos y velocidad de sedimentación globular (VSG). “No hay. Todo lo de tubo rojo”, decía un letrero fechado el 11 de junio de 2024.
NO FUNCIONA EL TOMÓGRAFO
Y esto no es todo, pues a nueve meses de su descompostura, es fecha que sigue sin funcionar el tomógrafo, utilizado especialmente para diagnosticar enfermedades o lesiones, así como para planificar tratamientos médicos, quirúrgicos o de radiación.
De lo último que declaró la directora de la institución de Salud, Carmen López Rubio, fue que “la pieza no ha llegado, es una pieza especial, ya se pidió y estamos a la espera de que llegue... Es que es una pieza que no ha llegado, es la que ha retrasado eso, no es por parte de nosotros, o sea, es la empresa que ha tenido dificultad para adquirirla. No te puedo decir una mentira de dónde viene, nada más sé que la empresa la busca en varias partes”. Como en el Hospital General se atiende a población sin régimen de seguridad social y de escasos recursos, en su momento la directora comentó que los casos se canalizan al Sistema DIF municipal y a Cáritas Diocesana de Torreón para que se apoye económicamente a los pacientes mientras que ellos, les ofrecen el traslado en ambulancia para que se puedan hacer la tomografía.
Además de la descompostura del equipo médico, familiares de pacientes y los propios trabajadores han denunciado en repetidas ocasiones que hay faltante de medicamentos como ketorolaco inyectable, paracetamol, dipirona, omeprazol y butilhioscina.
PROBLEMAS DE SURTIMIENTO
A mediados de mayo pasado, César del Bosque, jefe de la Jurisdicción Sanitaria No. 6 informó que el Estado había comenzado con trabajos de pintura en al exterior e interior del Hospital General de Torreón y que también se tiene considerada la impermeabilización para evitar filtraciones de agua y múltiples daños a la infraestructura durante la temporada de lluvias.
Aseguró que había llegado un camión con medicamentos procedente de Saltillo y que se iba a estar surtiendo con más celeridad para evitar que los usuarios tuvieran que comprarlos por su cuenta. En esa ocasión, indicó que el abasto era de un 50 por ciento.
Cabe hacer mención que, desde su inauguración, el 5 de agosto de 2015, este hospital tiene problemas de surtimiento de insumos y medicamentos. En el sexenio pasado, el exsecretario de Salud, Roberto Bernal, señaló que esta problemática era atribuible al gobierno federal pues hubo incumplimiento de abasto de insumos y medicamentos por parte del extinto Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), dejando un adeudo de más de 40 millones de pesos.
Aunque años atrás, como por ejemplo en la gestión del exgobernador Rubén Moreira, esta situación fue atribuida a los procesos de licitación que realizaba la Secretaría de Finanzas del estado, encargada de administrar los recursos que la federación enviaba. La mayor parte del sexenio de Moreira, el surtimiento no rebasó el 30 por ciento.