Revolución Mexicana. (ARCHIVO)
La entrevista con la Doctora en Historia Latinoamericana por la Universidad de Wisconsin-Madison, Adela Cedillo, se compuso de múltiples temáticas, vinculadas todas con la historia reciente de la Guerra Fría en México y sus efectos sobre los movimientos revolucionarios, la violencia política y los derechos humanos.
En la segunda parte, se aborda qué eventos en el pasado reciente mexicano de ensañamiento contra la población civil condujeron a los llamados "vuelos de la muerte", durante la Guerra Sucia en México.
Fue justo en el periodo de máxima represión, lo que se llama como la Guerra Sucia, que transcurrió entre mediados de los años 60s y 80s, cuando el Estado desplegó un “terrorismo de Estado” para sofocar sofocar movimientos sociales y armados.
Las campañas indiscriminadas de violencia contra la población civil, si bien para ella no tuvieron el carácter de limpieza social, como han sugerido algunos académicos, en sitios como el estado de Guerrero considera que “nadie que lo estudie” puede negar que se cometió un genocidio.
“Fue tan indiscriminado, tan generalizado el combate en Atoyac, tantas personas fueron afectadas, tantas comunidades destruidas, pueblos enteros arrasados, entonces ahí sí estamos hablando más que una limpieza social, una limpieza política”.
El ensañamiento contra la población civil, paso a los 'vuelos de la muerte'
La Dra. Cedillo se toma unos segundos para reflexionar la pregunta y desarrolla que el Ejército Mexicano es heredero de la Revolución Mexicana y esta fue también “una época de barbarie, una época de violencia muy extrema”.
Junto a los miles de muertos en batalla, también se cometieron abusos, excesos y arbitrariedades por las que nunca hubo una noción de castigar los crímenes de guerra cometidos durante dicho periodo.
“Se cometieron crímenes de guerra a diestra y siniestra, gente quemada en pilas de cadáveres, gente colgada, masacres de pueblos enteros, osea una cosa muy dantesca”.
Reitera que en México no hay conciencia, una “memoria pública” de que la Revolución Mexicana fue un periodo extremadamente violento donde se cometieron atrocidades, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad la cual se ve protegida de impunidad y la negación que se tiene con la idealización que hace el discurso oficial de esa época.
Si el Estado mexicano moderno es producto de ella, la Constitución que lo rige también, sumado al culto a los caudillos tanto los que ganaron como los que perdieron se crea una visión tan distorsionada de la Revolución que claro el Ejército “nunca sintió que tuviera que rendir cuentas, es un Ejército que arrastra toda esta criminalidad y ya en el periodo pos-revolucionario el Ejército vuelve a repetir esta violencia, lo que vemos en la Guerra Cristera, que es igual de violenta, igual de salvaje como lo fue la Revolución, pero con más tecnología.”
La Guerra Sucia
Para la profesora asistente de la Universidad de Houston, al amplificarse las tecnologías de guerra, los conflictos se vuelven más cruentes “las tácticas de represión, de terror y de guerra se perfeccionan para causar el máximo daño al enemigo”.
De la Guerra Cristera y la contrainsurgencia contra los movimientos sociales, llama “la peor etapa de esta violencia a la Guerra Sucia”.
Donde, relata, se llegó a extremos de retener a personas durante meses incluso años en prisiones clandestinas donde eran torturados, no se les daba de comer, no se les proporcionaban condiciones mínimas de higiene y las celdas eran de 2x2 metros, “se decide que en lugar de presentarlos al Ministerio Público o liberarlos, lo que sea, hay que tirarlos al mar”.
“Son la consumación de décadas de crímenes del Ejército Mexicano décadas de una violencia que nadie quiso frenar, que nadie quiso ponerle contrapesos a este poder tan absoluto que tuvieron las Fuerzas Armadas durante y después de la Revolución”.
Desestima el mito de que los militares cedieron su poder a los civiles y afirma que el Ejército “nunca se limpió su trayectoria, nunca reconoció sus crímenes y siguió haciendo lo que sabía hacer, atacar población civil; osea el Ejército tiene una trayectoria ininterrumpida de atacar población civil desde la Revolución hasta la fecha.”
