IMSS recomienda limitar consumo de pan de muerto
Con la llegada de la temporada de Día de Muertos, el pan de muerto se convierte en un alimento emblemático en muchas familias mexicanas. Sin embargo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha emitido recomendaciones sobre el consumo de este popular dulce, alertando a la población sobre la importancia de moderar su ingesta.
Según la página oficial del IMSS, la opción más saludable es limitar el consumo a medio pan chico, que pesa aproximadamente 50 gramos. Este tamaño permite disfrutar del tradicional sabor del pan de muerto sin exceder las calorías recomendadas. En este sentido, el IMSS informa que un pan de muerto de este tamaño contiene alrededor de 208 calorías, lo que puede ser significativo si se considera que muchas personas suelen comer más de una pieza durante las festividades.
El pan de muerto, que se caracteriza por su forma y su sabor, suele ser elaborado con ingredientes como harina, azúcar, mantequilla y, en ocasiones, rellenos como crema o chocolate. Sin embargo, la recomendación del IMSS enfatiza el consumo de pan sin relleno y con azúcar, lo que contribuye a reducir la ingesta calórica y a evitar un exceso de azúcares en la dieta.
La advertencia del IMSS se enmarca en un contexto donde la obesidad y enfermedades relacionadas son un problema de salud pública en México. El consumo excesivo de azúcares y carbohidratos, especialmente en festividades donde la tradición es compartir y disfrutar de diversas delicias, puede contribuir al aumento de peso y a problemas de salud a largo plazo.
El IMSS sugiere que, además de moderar el consumo de pan de muerto, se debe complementar la alimentación con frutas, verduras y actividad física regular. Estas recomendaciones buscan promover hábitos alimenticios más saludables y conscientes, permitiendo que las familias disfruten de la tradición sin comprometer su bienestar.
En conclusión, mientras se celebra el Día de Muertos, el mensaje del IMSS es claro: disfrutar con moderación es la clave para mantener un equilibrio en la alimentación. Así, el pan de muerto puede seguir siendo parte de las tradiciones, siempre que se consuma de manera responsable.