Israel avanza ocupación y destruye instalaciones militares en Siria tras caída de Bachar al Asad
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, confirmó este martes que la Armada de Israel ha destruido toda la flota militar del depuesto régimen de Bachar al Asad en Siria, mientras sus tropas terrestres siguen apostadas dentro del área desmilitarizada de la frontera.
"La Marina de Israel operó el lunes por la noche destruyendo con éxito la flota siria", indicó Katz durante una visita a una base naval en Haifa, en el norte de Israel.
Los ataques a gran escala desde los buques de guerra israelíes se llevaron a cabo para evitar que las capacidades y el armamento de la marina siria cayeran en manos de las fuerzas insurgentes, la mayoría islamistas y proturcas.
"Quien siga los pasos de Al Asad terminará como Asad. No permitiremos que una entidad terrorista islámica extremista actúe contra Israel desde más allá de sus fronteras, haremos todo lo posible para eliminar la amenaza", advirtió el ministro.
Buques de guerra sirios armados con misiles mar-mar fueron destruidos en ataques llevados a cabo por misiles balísticos de la Armada israelí en la bahía de Minet al Beida y el puerto de Latakia, en la costa siria.
"Las Fuerzas de Defensa de Israel han actuado en los últimos días para atacar y destruir capacidades estratégicas que amenazan al Estado de Israel", subrayó Katz.
Insistió en que las tropas israelíes quieren crear una zona segura -sin fuerzas con armas pesadas, y sin presencia israelí permanente- más allá de la actual zona desmilitarizada que Israel y Siria pactaron en 1974 en su acuerdo de desarme.
"Las FDI están completando su establecimiento en la zona de amortiguación y en áreas controladas", indicó Katz.
El titular de Exteriores israelí insistió ayer en que la presencia de tropas en la frontera es "limitada y temporal", aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró hoy que han avanzado hasta 14 kilómetros al interior del país, algo que el Ejército negó después categóricamente.
La Fuerza Aérea israelí, por su parte, ha llevado a cabo unos 300 ataques aéreos en Siria desde el colapso del régimen de los Asad, destruyendo depósitos de armas químicas y de misiles de largo alcance para que no caigan en manos de "fuerzas hostiles".