Ariadne Lamont Martínez, coordinadora de Activistas Feministas de La Laguna (Daniela Cervantes)
En el marco de la entrega de Anti Galardón Don Pancho 2024, una distinción que celebra a los “machos más letales y ponzoñosos” de la región, también se anunció que la colectiva Justicieras por Nuestras Infancias cumplió ya tres años de asistir a mujeres y a sus hijos e hijas en contexto de violencia.
Ariadne Lamont, iniciadora de esta organización y también pieza clave del colectivo Activistas Feministas de La Laguna, indicó a este diario que Justicieras por Nuestras Infancias nació luego de que ella fue testigo de casos de infancias vulneradas al ser acompañante de mujeres en situaciones de violencia. “Muchos años trabajé, por ejemplo, el feminicidio y me llegaban las mujeres con sus infancias y me decían ‘fíjese que a mi hijo lo violó el abuelo’, ‘fíjese que a mi niño lo golpearon en la escuela’, y así situaciones muy seguidas”.
Así también, recuerda, durante la pandemia la buscó un hombre porque su hija había sido víctima de violencia. Al ser consciente de la cantidad de víctimas y casos, y al no poder, de pronto, asistir a una por una, Lamont pensó en crear una organización con la idea de que unas a otras se apoyaran, integrando el caso del hombre, que, expresó Ariadne dentro de la organización “se asume en términos femeninos, como nosotras nos hemos asumido en términos masculinos siempre”.
El grupo de víctimas, explicó, cargaba con varias intenciones, “una, que yo les pudiera dar formación para que llegara el momento en que ellas hablaran por sí mismas y que no necesitaran que otra persona hablara por ellas y otra era que se consolaran una a la otra, porque yo, por mucho que quiera consolarlas, no he pasado por mismo, y sé que cuando te consuela, alguien que vivió lo mismo que tú, eso muy sanador para ellas, querían que tuvieran el acompañamiento feminista, y eso dio muy buen resultado”.
Actualmente, al menos el grupo de WhatsApp, es conformado por 29 mujeres y un hombre, que se asisten en problemas cuando la violencia de género se presenta, como por ejemplo, cuando los hijos son separados de sus madres y tiene que lidiar con la burocracia cuando se acude a interponer una denuncia.
“Justicieras sirve para que las mujeres no se desalienten, para que se sientan fortalecidas para que las reciba el funcionariado. Porque si tú vas sola tal vez no te reciban, pero si vas con la estafeta de una colectiva, es más probable que lo hagan”.
En ese sentido, Ariadne Lamont lanzó un llamado a la organización, “yo siempre les digo, lo más grande que pueden hacer por ustedes mismas es organizarse con otras, no estar solas, y eso es lo que pretende justicieras”.
Al cuestionarla sobre cuál es la importancia de que este tipo de colectivas surjan y permanezcan activas en La Laguna, Lamont contestó “en La laguna y en cualquier parte de la Tierra yo creo que la importancia es el poder ciudadano, el poder que te da la organización es el poder que te da la colectividad. Te vuelvo a repetir, una persona sola casi no es nada, pero una persona en colectivo tiene una fuerza mayúscula”.
Por último, recordó que es importante luchar por los derechos, “porque es trabajo del estado reconocerlos y facilitar todo para que tú los puedas vivir”.