En el corazón del Puerto Noas, se encuentra un pequeño oasis que desde 1918 ha ofrecido un sabor único y lleno de tradición: las nieves artesanales hechas de pura leche de vaca. Este deleite, creado por la familia Guerrero, originaria de San Pedro, Coahuila, ha encontrado en “La Bodeguita del Noas” un hogar donde los sabores de antaño se combinan con el calor del desierto lagunero.
LA TRADICIÓN CONTINUA
En este pequeño puesto, Antonio, conocido cariñosamente como Toño, es el encargado de mantener viva la tradición. Con una sonrisa siempre en el rostro, despacha estas refrescantes nieves a los visitantes que buscan mitigar el calor. La historia de estas nieves comienza hace más de un siglo con Don Jerónimo Guerrero, quien inició este negocio con un carrito en la plaza de San Pedro. Su hijo, Luis Guerrero, heredó no solo la receta, sino también la pasión por mantener viva esta tradición, la cual luego pasó a su hijo José, quien se la paso a su hijo Shevo quien actualmente continúa elaborando las nieves y ha extendido este legado hasta Torreón. E
l primer sabor que creó el bisabuelo de la familia Guerrero fue la nieve de vainilla con coco, la cual sigue siendo la más emblemática. A este le siguieron otros sabores clásicos como nuez y fresa. Hoy en día, el menú se ha expandido considerablemente, ofreciendo delicias como Beso de Ángel, Nuez con cajeta, pistache, fresas con crema, queso con zarzamora, chocolate, Oreo, y la siempre popular cajeta con nuez. Entre los sabores más solicitados destacan Beso de Ángel y nuez, aunque también han innovado con opciones pensadas para los más pequeños, como gansito y algodón de azúcar.
EL ARTE DE HACER NIEVE
El proceso de elaboración de estas nieves, 100% laguneras, es un arte que se ha perfeccionado a lo largo de generaciones. Todo comienza con la leche, que es hervida durante aproximadamente una hora. “Utilizamos leche 100% de vaca”, comenta Toño. Después de hervirla, se enfría en una garrafa con hielo y agua. Una vez fría, se agregan los ingredientes, siempre utilizando fruta natural y productos de la mejor calidad.
La mezcla resultante se coloca en una garrafa de acero, la cual se introduce en un barril de madera con hielo y sal, lo que permite que la nieve se congele de manera uniforme. Este proceso requiere de un constante movimiento manual, despegando cada capa de nieve que se forma alrededor de la garrafa cada cinco o seis minutos. Esta labor, que puede durar hasta tres horas, culmina con un batido adicional de media hora para garantizar una textura cremosa.
DELICIAS PARA TODOS
Pero, ¿Cómo es que estas suculentas nieves llegaron a Torreón? Toño explica que “se buscó ofrecer un producto único, que además apoyara a los productos laguneros, brindando calidad y dejando un buen sabor a todos los visitantes”. Y es que no solo los laguneros disfrutan de estas nieves; al estar ubicadas en un sitio turístico, también los viajeros y extranjeros que visitan la región tienen la oportunidad de probar un pedacito de San Pedro.
Además de las nieves, en La Bodeguita del Noas se ofrecen otros productos, como elotes preparados, aguas, refrescos y nieve de agua, este ultimo elaborado con ingredientes naturales que conservan la calidad y el sabor tradicional.
Así que, si estás de visita en el Puerto Noas o simplemente decides dar un paseo por el teleférico de Torreón, no dudes en hacer una parada para saborear estas deliciosas nieves llenas de historia y tradición.
Las puedes encontrar de viernes a domingo, de seis a diez de la noche, y en temporada vacacional, desde los miércoles hasta los domingos. ¡Una experiencia que no te puedes perder!
Este deleite fue creado por la familia Guerrero, originaria de San Pedro, Coahuila; Se pueden degustar en Puerto Noas. (VERÓNICA RIVERA)