La ‘Casa Azul’ en Santa Rosa se ha convertido en punto de llegada de migrantes

“Aunque uno quiera cerrar, llegan y llegan”, dijo Brenda, propietaria de la llamada Casa Azul, lugar que se ha convertido en punto de llegada para los migrantes, ubicada en la colonia Santa Rosa de Gómez Palacio. 

Y es que la afluencia ha bajado significativamente, ya no se registran esos numerosos grupos de migrantes de diversas nacionalidades como venezolanos, hondureños, colombianos, guatemaltecos y salvadoreños, que invadían prácticamente las calles y banquetas de las viviendas cercanas las vías del ferrocarril.

Tan solo la mañana de jueves, Brenda recibió a un grupo no mayor a 50 personas, cuando en los primeros meses del año, eran cientos los que se reunían en los alrededores de su hogar, ubicado en la esquina de la avenida Juárez y calle Vergel, de la colonia Santa Rosa.

 Incluso los Médicos sin Fronteras, dejaron el sector hace un mes tras la baja afluencia de migrantes en la zona.

Pero la Casa Azul sigue manteniendo sus puertas abiertas a esas familias que buscan llegar a la frontera con Estados Unidos y con suerte cruzar y alcanzar el llamado “sueño americano”.

 “Ellos (Médicos sin Frontera) se fueron como un mes, porque como vieron que ya bajó la gente, cambiaron a otro destino, creo que en Piedras Negras”, compartió Brenda.

Los que no han bajado la guardia, es el personal del Instituto Nacional de Migración, acompañados por la Guardia Nacional, que se mantienen cercanos a las vías del tren, en donde montaron un campamento para mantener la vigilancia.

Pese a ellos, los grupos de migrantes siguen llegando a este sector de Gómez Palacio, pero en menor cantidad.

“Guatemalteco, salvadoreños, y hondureños, y algunas veces, venezolanos y colombianos... Todavía viajan en familia. Llegó el domingo una familia de 9 adultos y 9 niños, todos venezolanos”, compartió Brenda, quien a decir de los migrantes, quienes tienen la posibilidad, pagan para que los acerquen a la frontera de Chihuahua, pues esperar subir al tren, podría demorar su viaje.

LLAMADO DE AYUDA

 Pero debido a que la presencia de los migrantes sigue a las afueras de su hogar, hace un llamado de ayuda a la ciudadanía, pues también el apoyo bajó de aquellas personas que se les veía cualquier día de la semana para entregarles de comer.

“Ya habíamos hablado con mis vecinos y mi familia y habíamos dicho que, yéndose los Médicos sin Fronteras, pero aunque uno quiera cerrar, unos llegan y llegan, se nos hace como feo cerrar porque ya vienen a algo seguro, buscando la Casa Azul. Yo creo que hasta que ellos dejen de venir”, dijo Brenda sobre el apoyo que seguirá ofreciendo.

 “Seguimos pidiendo, porque ya no es la misma ayuda como antes, a veces ellos compran de su bolsa para hacerse, la gente sigue viniendo a dejarles de comer, pero más los fines de semana, tal vez porque es el tiempo que les pueden hacer”.

El apoyo se puede recibir directo en Casa Azul, ubicada en calle Vergel y avenida Juárez, en la colonia Santa Rosa