La noche del viernes 21 de junio y las primeras horas de este sábado, el redondel del Palenque de Gómez Palacio fue el epicentro de un homenaje a la música regional mexicana a cargo de Pepe Aguilar.
El conocido como “El Gigante de Zacatecas” demostró que sigue poniendo en alto la cultura mexicana y haciéndole honor a su apellido.
Cuando el reloj marcó las 12:13 horas, ante un gran aforo, el mariachi ocupó su lugar, indicando que pronto comenzaría el concierto. El recinto se ambientó con El son de la negra.
La segunda señal llegó cinco minutos después, cuando las pantallas posicionadas frente al público, se iluminaron con un video.
A las 12:24, Pepe apareció, luciendo un traje de charro de color negro, con detalles en color blanco y flores rojas, acompañado de una corbata de rebozo roja. La chaquetilla lucía en la espalda un bordado de un águila devorándose una serpiente, tal como en el Escudo Nacional Mexicano. En sus manos portaba un sombrero de color blanco.
El sonido del acordeón anunció una de las primeras melodías, Baraja de oro. "Y pura Comarca Lagunera, sí señor" dijo entre la canción.
Después de sus primeras canciones, Pepe incitó al público a dejarse llevar en esta “noche inolvidable”.
Así fue para uno de sus músicos del mariachi, quien después de 26 años se despidió de los escenarios.
Por más de dos horas seguidas, Aguilar ofreció a los laguneros un viaje musical por grandes éxitos, con temas como Me estoy acostumbrando a ti, Recuérdame bonito, Perdóname, Acá entre nos, y Hermoso cariño.
No faltaron las más esperadas, Directo al corazón y Prometiste. Durante Mi credo, el público encendió las luces de sus celulares, iluminando el recinto.
Ni contigo, ni sin ti, a pesar de ser melancólica, con un ritmo movido animó a los presentes.
Ante el grito de "Y que vivan las mujeres" entonó una melodía que forma parte de su álbum Por mujeres como tú de 1998, el cual permaneció en los primeros lugares de Billboard durante 52 semanas. La homónima, Por mujeres como tú fue coreada por todo el recinto. El tema concluyó a las 2:05 am, simbolizando aparentemente el final también del show.
El cantante, compositor y productor, nacido en San Antonio, Texas, pero criado en Zacatecas y la Ciudad de México, agradeció a los laguneros y salió del redondel, pero ante los gritos insistentes de "otra, otra, otra", volvió.
Cerró su retorno con broche de oro con temas de su papá, Antonio Aguilar, como Que se te quite ese orgullo (Cuatro meses) y Un puño de tierra.
Tal cierre provocó que todos clamaran al unísono “Pepe, Pepe, Pepe”.
Cuando todos creían que sería el final definitivo, a las 2:22 de la madrugada presentó a un invitado muy especial que lo tiene muy orgulloso, su hijo Leonardo.
La tercera generación de la Dinastía Aguilar deleitó con Tragos amargos, Fruta Prohibida y dijo adiós con una de sus grandes ídolos, Joan Sebastian, Tatuajes. De hecho, recientemente Leonardo lanzó un álbum tributo a Joan, llamado, Soy como quiero ser.
A la 2:40 oficialmente culminó el show. Con 34 discos, toda una vida artística y multipremiado, Pepe Aguilar rectificó su éxito en Gómez Palacio.
RECUERDA BONITO A LA COMARCA LAGUNERA
Cabe destacar, que Pepe guarda a la Comarca Lagunera dentro de sus recuerdos, ya que durante el concierto aprovechó para relatar que, en una de sus visitas, al hospedarse en el Paraíso del Desierto se encontró con Cepillín.
"La Comarca para mí no es ajena, es parte de mis recuerdos de infancia, adolescencia y de toda la vida. Siempre es un gran placer cantar con su cariño, con su presencia”, dijo.
Añadió que en esta tierra tiene muchos amigos charros, “los charros de La Laguna son de los mejores charros de la República”.
La Comarca Lagunera ‘no fue ajena’ para Pepe Aguilar