El antropólogo social e historiador Claudio Lomnitz ofreció un ciclo de conferencias donde analizó el impacto del crimen organizado en la sociedad, tomando como ejes lo que llama “Teología política del crimen organizado”.
La temática principal de una de ellas fue “la destrucción del barrio”, en esta, plantea que los grupos del crimen organizado deben declarar su presencia y “no esconderla”, para asegurar que otros sepan que controlan dicho territorio.
'Controlar el barrio'
Ve que entre el crimen organizado y los habitantes del barrio surge "un liderazgo moral", ya que se "encargarán" de protegerlos, pero al mismo tiempo hay el "ellos nos van a matar". La polaridad entre las dos visiones le dificulta al cártel volverse una fuerza hegemónica.
Retomando un testimonio, una habitante de una colonia en Zacatecas recuerda que los vecinos convivían a las afueras de sus domicilios y tanto niños y jóvenes podían salir y pasear "por donde quiera".
Comparado con ahorita que está "sola, sola, sola, no hay niños y ya no hay jóvenes, todos nuestros jóvenes los mataron, se los llevaron, no sé qué pasó con ellos".
El crimen organizado da un cambio drástico al tejido social, las rutinas pasan a ser "el encierro a cal y canto" por las noches en las casas, la eliminación de la calle como un espacio de juego y el final del uso de la calle como espacio de sociabilidad por las noches para adultos y el incremento del uso del teléfono y medios electrónicos.
Lomnitz hace notar también la eliminación de toda una generación, "en realidad de varias", no hay jóvenes, hay gente mayor y hay niños.
La proliferación del silencio
"La gente no habla... nadie dice ni a los policías nada, porque ellos mismos lo entregan con los narcos; si uno pone una denuncia, no sabe uno con quién lo está denunciando".
El testimonio retomado en la conferencia, relata que los asuntos de la colonia se hablan entre parientes muy cercanos, "gente de mucha confianza" y a la menor desconfianza "entre menos sepa uno mejor".
Se considera que la comunidad está infiltrada, que el barrio está "carcomido" por dentro. Hay articulaciones entre el cártel y el barrio que van vulnerando hasta la solidaridad más importante del barrio, que es entre carnales.
Se entiende que los cárteles son quienes han destruido los barrios, pero al tener colaboradores que son sus "ojos y orejas", esta vino desde adentro también.
Velación de jóvenes asesinados en Zacatecas.