Doris se dice orgullosa de su hijo Apolo, quien a los 14 años le reveló que era gay, momento que fue difícil pero que ya superó.
Miedo al rechazo o que su hijo fuera juzgado, fue lo primero que pasó por la mente de Doris Ríos cuando le reveló que era gay, eso hace ya más de 15 años; lo recuerda como si hubiera sido ayer.
Hoy, es una madre orgullosa de su hijo, de sus logros, pero sobre todo es una madre respetuosa de sus decisiones.
Doris es madre de cuatro hijos, quienes cada uno le ha dado una alegría diferente y Apolo, no es la excepción, pues es un talentoso bailarín.
En este 28 de junio, Día del Orgullo LGBTIQ+, la madre de familia, quien se ha sumado a las marchas del orgullo, así como a las exigencias de la comunidad, pide amar a sus hijos y apoyarlos, hecho que reconoce no es fácil, por lo que recomienda acudir con un especialista que los ayude a entender todo el proceso.
“Yo tengo un hijo que es gay, es Apolo Rivera, me cambió totalmente la vida porque reconocí que tenía muy poco conocimiento del tema. Tuve que entrar a terapia, tuve que entrar con un psicólogo, para que me hiciera entender por lo que yo estaba atravesando. Y al recibir yo ese conocimiento, me di cuenta que era ignorante del tema… Yo lo amo más que nadie y respeto a todos los géneros que se están manifestando, porque ahora soy empática, el primer sentimiento que yo tuve fue miedo al rechazo de la sociedad...”, compartió.
Y es que si bien su hijo recibiría todo el apoyo de parte de su familia, el qué le depararía en las calles, cómo se enfrentaría a la sociedad, la invadía pero a la vez, estaba tranquila, pues sabía que tiene un hijo que sabe defenderse pero sobre todo, por todo el amor que ha visto de parte de sus amigos y personas que lo rodean. “Entonces estoy tranquila en ese aspecto”, compartió.
Apolo tenía 14 años cuando habló con su madre sobre sus preferencias.
Ella, ya había leído un texto de su hijo en el que revelaba su orientación, pero no lo quería creer, pensaba que estaba equivocada o que había entendido mal lo que había en esos renglones.
“Me doy cuenta a través de un escrito que él tiene que es gay, yo no quería creer, me estoy equivocando, estoy entendiendo mal esta lectura... y llega él y sabe que yo ya leí ese cuaderno y me dice: ‘tenemos que hablar’, y al momento de hablar… desde ese momento prometí que voy a estar con mis hijos en las buenas y en las malas… Mi temor de madre era la sociedad, porque yo he visto a través de los años cómo los juzgan, los castigan, los relegan, los ofenden, los matan. Entonces todo eso... yo no quería que mi hijo viviera eso”, recalcó.
Para Doris, el veganismo la ayudó a enfrentar esa revelación, pues se trata de respeto, y eso es lo que ha tenido hacia su hijo, además de un gran amor.
“Yo tengo muy arraigado el respeto, entonces para mí fue fácil, así como respeto la vida animal, así para mí fue muy fácil respetar la vida de mi hijo. Al recibir yo esa terapia entendí que tenía que respetar, que si se está equivocando es su decisión, es su vida y él es responsable de eso”, y ella solo estaría con los brazos abiertos para recibir sus caídas y sus fracasos, así como sus aciertos.
A más de 15 años de esos momentos, ahora Doris puede alzar la bandera de la Diversidad con orgullo, amor y sobre todo con coraje para exigir todo lo que la comunidad demanda y que tiene derecho.
“Creo que falta mucho porque estamos en pañales. Yo todavía oigo gente que rechaza gente, que ofende o que teme decir que es gay. La palabra gay es algo como muy satanizado… Me debe de interesar la parte humana, la parte sensible que sume mi vida o que yo sume a la tuya… sí se ha avanzado mucho pero le falta más”, dijo la madre orgullosa.