A partir del 1 de enero del 2024, la juez Loretta Preska, del Tribunal federal para el Distrito sur de Nueva York había ordenado que se hicieran públicos los documentos, hasta ahora sellados, sobre los clientes y visitantes de la isla del tratante y pederasta Jeffrey Epstein, mis que incluye la identidad de cerca de 200 personas.
Dicho plazo se había fijado con la finalidad de dar tiempo para objetar o interponer algún recurso legal con evidencia en contra a quien se opusiera a la publicación de su nombre. Se sabe que hasta el momento al menos dos personas han objetado y tienen hasta el 22 de enero para presentar su defensa.
La primera tanda de documentos que fue publicada desde el miércoles de la semana pasada ronda las 1.000 páginas en total; esto es, un legajo bastante grueso en el que a lo largo de más de 40 documentos aparecen consignados los testimonios y declaraciones de las víctimas de Jeffrey. Asimismo, en los documentos aparece una lista de nombres de artistas, políticos, productores de Hollywood y hasta científicos renombrados.
Ya se sabía que en la lista final constaría el nombre del Príncipe Andrés, a quien Virginia Giuffre demandó por abuso sexual en el verano del 2021 y con quien alcanzó un acuerdo extrajudicial, y también el del expresidente Bill Clinton, a quien la propia Giuffre intentó infructuosamente citar a declarar.
Clinton, sobre el que hasta el momento no pende ninguna acusación, aparece repetido varias veces en las listas de pasajeros de los vuelos de Epstein a diferentes países, aunque no está clara su posible presencia en una de las islas del tratante de blancas, algo que asegura Giuffre pero que hasta la fecha él niega.
Oficialmente, el magnate se suicidó en 2019 en una prisión federal en Nueva York, donde esperaba el juicio como responsable de crear una red de tráfico sexual de niños y menores de edad, distribuida entre sus mansiones en Nueva York y Florida.
Además de los Clinton, que no sorprenden-tanto Bill como Hillary-aparecen los típicos activistas y "buenas conciencias" encargados de pontificar desde Hollywood, amparados en su influencia y en el poder de la industria cinematográfica como Oprah Winffrey-dedicada a socavar la imagen del finado Michael Jackson con su documental Leaving Neverland-lo mismo que Tom Hanks (estos dos desactivaron comentarios en sus cuentas de Instagram una vez que la lista fue liberada), Steven Spielberg, Madonna, Heidi Klum, Lady Gaga, Marina Ibramovic y hasta el astrofísico británico Stephen Hawking, sin olvidar a todos los que aparecieron visiblemente incomodados por el comediante británico Ricky Gervais durante su polémica presentación en los Globos de Oro del 2020 y a quienes se refirió en general como pervertidos y amigos de Epstein, cuyo aparente suicidio también puso en duda con sarcasmo ante las cámaras.
Lo que no deja de llamar la atención a simple vista, tanto de los curiosos al igual que de los más empapados en este escabroso caso, lo es sin lugar a dudas el vínculo general o un factor común entre todos los que aparecen referidos tanto como culpables o hasta sospechosos: todos cuyos nombres aparecen en la lista son iconos defensores del marxismo cultural, militantes antirreligiosos e impulsores descarados de llevar a cabo agendas totalitarias para ciertos grupos de poder a nivel internacional, y lo que es más claro; son quienes de manera decisiva, como denunciaban Agustín Laje y Nicolás Márquez en El libro negro de la nueva izquierda, han venido a influir en la mayoría de quienes, por ignorancia dolosa o servilismo de moda, se encuentran al frente de los medios de comunicación en México también-sobre todo desde las televisoras-y que como títeres o hasta beneficiarios inescrupulosos de la cultura woke son los responsables de vender a la opinión pública una amplia gama de imposturas desde la ideología del "pensamiento único"( el No pensamiento) como la falsa inclusión, la cultura de la cancelación, el feminismo de cuarta ola y hasta la apología del crimen, todo desde la "corrección política" como moneda de uso corriente.