Infancias en Gaza. (EFE)
Una médica de Save The Children en Gaza describió este jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU el "profundo trauma" de los niños palestinos y le urgió a actuar ya para parar el conflicto, incluyendo el veto del envío de armas, para que entren vacunas de la polio y ayuda humanitaria al enclave.
Louisa Baxter, que trabaja en la unidad de emergencia de la ONG, describió de primera mano un panorama desolador en la Franja, especialmente para los más pequeños, que son los más amenazados por la polio, y denunció la "obstrucción intencional" a la ayuda humanitaria por parte de Israel, así como graves abusos.
"Fuera de esta sala, presidente, estoy rodeada de una destrucción sobrecogedora. Más de 1,9 millones de personas están desplazadas y se mueven por calles llenas de escombros, basura y agua residual; los cuerpos de al menos 10.000 personas, muchas de ellas niños, siguen perdidos debajo", dijo la humanitaria.
La inusual videollamada desde Gaza en el Consejo se centró en el alto el fuego para implementar el plan de vacunación contra la polio -que "no debería llegar solo cuando el mal que afrontan (los palestinos) supone un riesgo fuera de las fronteras", dijo- pero reflejó la calamitosa perspectiva de las generaciones jóvenes.
"Nuestros equipos de protección trabajan con niños liberados del sistema de detención militar israelí: estos niños reportan violencia sexual, incluyendo violación. Reportan negación de comida, palizas, ataques de perros. Reportan ver a sus padres desnudados y golpeados delante de ellos. Estos niños sufren para asimilar el profundo trauma y los daños mentales y físicos que les ha causado eso", describió Baxter.
La médica, cuyo discurso fue alabado por algunos representantes después, dijo que las fuerzas médicas y humanitarias llevan "casi un año suplicando que las partes del conflicto respeten las reglas de la guerra", y responsabilizó a la ONU, y a los miembros del Consejo en concreto, de hacer valer los derechos humanos.
Suscribió la llamada del secretario general, António Guterres, a "dos ceses de hostilidades sostenidos, de no menos de una semana para cada fase", y que comiencen ya, para poder vacunar a los niños, y agregó que "el cumplimiento se debe supervisar con una responsabilidad robusta de este Consejo".
Baxter fue más allá y dijo que, si las partes del conflicto no llegan a un acuerdo para un alto al fuego, "recae en el Consejo y sus estados miembros exigir e imponer uno, incluyendo la adopción de medidas para parar el envío de armas al Gobierno de Israel y a los grupos palestinos armados".
"Mientras hablamos, la polio se extiende en Gaza y no va a esperar en la puerta de inspecciones en Kerem Shalom o el despacho de aduanas del aeropuerto de Ben Gurion", apostilló.