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Las palabras tienen la palabra

Fíjese bien en el prefijo

JUAN RECAREDO.-

Hoy le tengo un detallito del lenguaje: un prefijo. Ya sabe usted que es esa pequeña parte de palabra que se le agrega a otra para darle un significado diferente. Incluso, con el ejemplo de prefijo que le traigo hoy, muchas veces el sentido de la palabra cambia a otro totalmente opuesto.

Me estoy refiriendo al prefijo in-, que lo heredamos del latín y que lo usamos mucho con su función de negación cuando la ponemos antes de un adjetivo o de un verbo. Si usted tiene algo que es útil —adjetivo—, le antepone el iny así, como por arte de magia, ya le convirtió en lo contrario, ahora es un inútil. Paquita La del Barrio es buena para eso.

Platiqué con un amigo que es muy “culto”, pero luego me hizo un comentario que no me gustó y entonces le agrego nuestra partícula mágica para convertirlo en un “inculto”. De esa misma manera, lo terminable lo podemos volver interminable, lo sufrible insufrible, lo viable inviable y así nos vamos.

“Entonces, si lo que está dentro de la ley es lo “legal”, si alguien hace algo fuera de ella, ¿debemos decir que hace algo “inlegal”? dirá alguien por ahí y yo le digo: ¡no, espéreme tantito! Como todo en el lenguaje, hay variantes, así que de la partícula in-, si la palabra a la que se la vamos a poner empieza con ‘l’ o ‘r’, el prefijo cambia a i-. Es el caso de “ilegal” o de “irreverente”, que en esta última obviamente es necesario agregarle una ‘r’ a “reverente” para que conserve su sonido fuerte: “irreverente” y no “ireverente”. Hay otra variante: cuando la palabra empieza con ‘b’ o ‘p’, se cambia a im-. Si usted tiene un número par y lo quiere convertir en un non, por favor, no diga que es un “inpar” porque está mal; lo correcto es “impar”.

Casos como estos son: imparable, imparcial, impagable, impenetrable, imperdonable, etc. Aquí es donde llegamos, mi querido lector, a una de esas dudas que yo les llamo “dudas de oro”, esas que son muy recurrentes y con justa razón, porque se confunden fácilmente. Si algo puede encenderse en llamas, ¿se dice que es inflamable o flamable? El razonamiento general es que, si dice “in-flamable”, como el prefijo inindica negación, entonces quiere decir “que no se enciende en llamas” y entonces lo correcto es “flamable”, ¡pero no, esto es absolutamente incorrecto! La confusión surge ya que existe otro prefijo inque significa “hacia el interior”, “hacia adentro” o “envuelto en”.

Entonces, inflamable en realidad quiere decir “envuelto en llamas” y por eso lo correcto es inflamable. De hecho, la palabra flamable no existe en español, existe flammable pero esa es una palabra en inglés. Y como no quiero que me tachen de “in-deseable” y este espacio se ha terminado por hoy, me despido ahora de usted. Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios. [email protected] Twitter: @donjuanrecaredo 

ME PREGUNTA Marisol Villarreal: Cuando uno está encerrado en un lugar, ¿se dice que está “enclaustrado” o “inclaustrado”? 

LE RESPONDO: Lo puedes decir de las dos maneras, porque ambas están aceptadas. Claustro, en su origen latino, significa cerrado. 

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Dios, dame paciencia… porque si me das fuerza, ¡los agarro a golpes!

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